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Vacío, triste, sólo... Así se sentía Zack después de lo que sucedió con Rachel.
Era de tarde, el primer aniversario desde su muerte solía visitar la tumba de Ray cada mes para dejarle flores y no caer en una locura que Rachel se había encargado de aliviar durante el tiempo que estuvo con él.
Sólo que... Mientras más veía esa tumba, más se arrepentía.

Era invierno, los días eran más fríos que la noche así que Zack antes de salir, guardó un poco de dinero en los bolsillos de su abrigo lo suficiente para comprar su cena y las flores de Ray.

Salió y cerró la puerta, siempre solía llevar una foto de Ray en su abrigo para recordarse lo idiota que fue al cumplir una promesa sin desearlo.
Comenzó a caminar hacia la iglesia que estaba en cerca del cementerio donde se encontraba la tumba de Ray.
A Zack no le gustaba mucho entrar a aquel lugar ni visitar la tumba ya que se acumulaban todos sus sentimientos haciendo que quisiera matar a todo el mundo. Por lo general cada que iba a verla primero iba a la iglesia se sentaba un poco mientras miraba la foto de ella y hablaba sobre todo lo que sentía, la culpabilidad, arrepentimiento, tristeza. Incluso le costaba dormir, cada vez que cerraba los ojos la veía ahí junto a él.

Comenzaba a volverse una lamentable obsesión.

Entró a la iglesia y se sentó en una banca que quedaba hasta en frente mientras se recargaba en el respaldo de esta.

—Sería genial tener una segunda oportunidad... —murmuró y después negó riéndose de la misma tontería que el mismo había dicho —Al final si resulté siendo un monstruo...

No podía evitar llorar, las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos como una salvaje cascada que amenazaba con inundar el lugar. Cuando pensaba en Rachel, sus últimas palabras peor aún su última expresión era como mil agudas enterradas en su cuerpo, era demasiado doloroso.
Pero una palabra apareció en su mente "Ya no." Pues nunca más podría volver a abrazarla, los pensamientos negativos de lo mas podrido de su ser comenzaban a invadirlo como una ola de oscuridad.

Y así fue como con la foto de la causante de tan gran dolor, hizo que comenzara a llorar en agonía, agonía de ya no tener a la tan anhelada Rachel. La primera chica de su vida, la primera chica que no lo consideraba un monstruo sino un humano más, un humano más con la gran capacidad de amar... Eso era lo que Ray pensaba de él.

No es que Zack esté loco u obsesionado... Es que ella fue la persona con la que aprendió a amar, básicamente una luz para él.

Entre tanto llanto un aguacero lo sacó de sus pensamientos, dobló la foto y volvió a guardarla en su abrigo. Entre tantas penas y dolores recordó que no había comprado flores para Rachel así que se levantó tratando de olvidar sus penas y salió de ahí, aún limpiándose las últimas lágrimas que habían de sus ojos.

Pero chocó con una persona, inmediatamente le iba a gritar que se fijara, que viese por donde caminaba y dejara de molestar a las personas pero... Pero grande fue la sorpresa, que Zack se quedó paralizado, atónito mirando a la chica que se encontraba en el suelo por el choque de hace unos momentos.

Era la chica por la que tanto lloraba, Rachel estaba frente a él.

Un fuerte impulso lo hizo simplemente abrazarla, con fuerza, como si fuera la primera vez.

—¿Quién eres? —esas palabras hicieron que casi se le parara el corazón a Zack, el abrazó sólo duró un par de segundos más antes de que Rachel intentara separarlo de ella.

—La persona a la que le pediste que te matara —bromeó mientras se paraba y le daba la mano a ella para ayudarla.

Pero ella lo rechazó, se paró y de una última mirada pronunció: «No debo hablar con extraños, lo lamento.» Para después entrar a la iglesia.

Segunda Oportunidad |•Angels Of Death•| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora