Strawberries And Cigarettes

Capitulo IV

-Sabes, tengo que irme, te veo luego.
el chico se alejo de forma bastante apresurada ignorando la pregunta del castaño y marchándose a paso veloz de aquella persona. Estaba nervioso ¿Por qué estaba nervioso?¿El gran Harry Styles estaba nervioso, y está vez no era a causa de la  ezquisofrenia, cosa nunca ocurría ante las personas comunes como lo era aquel drogadicto.

Louis se desconcertó, no entendió el comportamiento de Harry, pero algo en su interior agradecía porque esa conversación tan incómoda terminara, Louis no podía seguir involucrándose con alguien más, no podía involucrarse con esos hermosos orbes color verde; sin embargo el quería continuar con ese contacto incómodo que ahora estaba ahi, no sabía que le estaba ocurriendo, pero estaba seguro que le gustaba, tal vez tanto como su gusto hacia la heroína.

El rizado caminaba en línea recta, cuando se topaba con alguna pared simplemente se daba media vuelta y continuaba caminando, no quería pensar en Louis, no podía volver a verlo, no debia; sin embargo el también quería seguir viéndolo, algo en su interior sabía que eso no le traería nada bueno pero debía intentarlo.

•••

- ¡Louis, Louis, Louis!... Maldito drogadicto, tengo que encontrarte- un hombre pelirrojo cerca de los 23 años hablaba en voz alta con la mirada fija en el techo y acorralando su rostro entre sus manos- maldito Louis, debo encontrarte y cuando lo haga no tienes ni la menor idea de lo que te sucederá. Estupido drogadicto de mierda, debo encontrarte- el joven repetía una y otra vez aquella frase. debo encontrarte.

•••

- Harry Styles...¡No puede ser, hasta su maldito nombre suena perfecto! ¡¿Por qué?!

Louis había pasado ya varios minutos susurrando aquel nombre desde su último encuentro con el ojiverde.
Se recostó en su "cama", si es que a eso se le podría llamar de forma tan cómoda como lo era una cama. El lugar donde Louis vivía era una pensión la cual cuidaba una mujer algo vieja, los cuartos tenían goteras, se observaban de forma resaltada las gigantescas grietas que obtenía cada cuarto día con día. El espacio que Louis habitaba, no era distinto a los demás, la pared estaba carcomida, el baño era extremadamente sucio, parecía como si alguien hubiera muerto ahí; el lugar donde dormitaba era un colchón sucio, con miles de agujeros por todas partes y los resortes vencidos.

El chico en realidad no pedía más, para el eso era suficiente, mantenía la misma ideología con la que se le había asignado tener desde hace años; al ser alguien "indeseable", no merecía nada en lo absoluto, no merecía comodidades, no merecía respeto, no merecía amabilidad y mucho menos merecía "amor". Obviamente, Louis no creía en lo último, pensaba que el "amor" era una  mitologia que las personas inventaban para llamar la atención, asi que le daba igual aquello.

•••

"No puedes seguir viéndolo, Styles"
"Si lo haces sufrirá lo mismo que sufren quienes te rodean"
"Si continúas así, tal vez y hasta termines matándolo"

Harry estaba echo un ovillo mientras sus manos precionaban fuermente su cabeza, al parecer las voces eran cada vez más insoportables, una tras otra; odiaba a esas voces en su cabeza, pero lo que más odiaba de ellas era que siempre tenían razon en todo. Aquel día cuando Harry se topó con Louis, aparentemente había ido a abastecerse con su pequeño suministro semanal, pero aquello que sucedió lo hizo olvidarlo por completo y ahora estaba tenso, exaltado y no sabía cómo controlarse.
-¡Mierda! ¡Callense! ¡Larguense de aquí!- el hombre aparentemente imponente para cualquiera que se le acercace, ahora no era nada más que un adolescente indefenso, temeroso de que las voces lo controlarán otra vez.