Vacío

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Los ruidos de los tacones en el suelo hacían ecos y con eso más tediosa mi caminata, suspire mientras miraba por un ventanal, se veía tan etéreo y hermoso el jardín, flores color plata y verdes platinadas, árboles cortados circularmente, aun no me cabía en la mente que era mi palacio, todo tan hermoso, pero a que costo?

Sigo mi camino directo a el comedor, los pasillos blancos de marfil, los grandes ventanales con vista a las estrellas, esta área era así, llena de estrellas, la otra directo a ver la Tierra. De nuevo me siento sola, pero recuerdo que mis padres y mi hermano me esperan para comer.

Al llegar los veo en la esquina de una mesa plateada como para 20 personas, ya la comida esta servida y me apresuró a sentarme con ellos, todos comenzamos a comer, parecía tranquilo pero los veía inquietos, tenían algo que decir.

-Hija, tu padre y yo hemos pensado algunas cosas... -Miro a mi padre buscando su apoyo y este la tomo de la mano. -Queremos que te tomes un tiempo de descanso, que tengas tiempo para ti.

-Si, hemos pensado en que tienes demasiado trabajo y responsabilidades que te has perdido un poco.

Los mire y solo note la preocupación y su amor, di mi mejor sonrisa para transmitir tranquilidad. -Estoy bien, este reino acaba de empezar, es cuando más me necesita,  no puedo fallar. Tal vez ahora me vea algo apretada de tiempo pero pronto terminará.

-Cuándo? -Mi madre tomo mi mano.

-Cuando mi compromiso se realice, eso me quitará más trabajo, también será el tiempo para ser reconocidos en varios lugares como un reino tranquilo.

-Pero ya no ves a tus amigas, ya no sonríes. -Mi hermano hablo de nuevo.

-Ellas ahora son las guardianas, tienen que cuidarnos, también se encargan de las relaciones exteriores, para poder unirnos con otros planetas, tienen que viajar, si encuentran algún peligro ellas vendrían de inmediato. Las extraño pero sé cuales son nuestros lugares.

-Ni el señor ha venido. -Mi papá lo dijo con reproche y era un tema muy espinoso. Puse mi mejor cara de poker.

-Él también está ocupado, es un príncipe y tiene muchas obligaciones, no tenemos tiempo de vernos por el momento. -Sonreí lo más natural posible, yo también estaba ocupada y le escribía cartas, le llamaba y mada, el nunca respondía, yo fui la que reconstruyó un reino en ruinas, la que traslado gente e hizo una ciudad en la Luna, pero él solo se enfrasco en su estudio en relaciones exteriores y derecho para ser un gobernante, claro que yo también lo sere y estudio pero, teníamos 4 meses de no saber nada el uno del otro y al parecer para el estaba bien. Lo amaba, pero dolia ese sentimiento.

-Hija... -Los mire y estaban viéndome con preocupación, me había perdido en mis pensamientos.

-Es difícil, pero así debe de ser. -Cerré la conversación.

-Princesa Serenity, la buscan. Llegaron Venus y Júpiter.

Me disculpe y camine rápidamente al despacho donde me estarían esperando. Al abrir las puertas las dos estaban riendo y charlando, Júpiter llevaba un hermoso vestido largo que llegaba al suelo, verde como una vez fue su uniforme, era de tirantes sujetos a unos pequeños dijes de rosas, mientras Venus tenía un vestido arriba de la rodilla, sin tirantes.

-Chicas! -Las abrace y ellas respondieron.

-Al fin te vemos Serenity. -Mire los ojos verdes de mi amiga y casi lloro, las extrañaba tanto.

-Yo... -No hay palabras que me expresen, las abrazo fuerte.

-Te ves hermosa. -Venus me guiña el ojo.

-Marte vendrá mañana y Mercurio también, tuvieron un viaje lleno de tratados satisfactirios. -Júpiter hablo sonriendo y entonces vimos como la cara de nuestra amiga cambiaba a uno mas serio.

-Venga, tenemos un problema. -Venus se sentó en el sillón y la seguimos ya preocupadas.

-Qué pasa? -temía una nueva pelea, un enemigo.

-Es Kinmoku.

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-No puedes ser tan imprudente! -Decía detrás mio Júpiter.

-Nada de eso, ellos nos ayudaron, se lo debemos.

-Pero irte ya? No sería mejor hablar con Endimyon y ver...

Volteo a verla y calla al instante, al parecer vio más dolor del que creía tener.

-El esta ocupado. -Masculle las palabras y mire por un ventanal. -Mañana que lleguen las chicas, nos iremos las 5 a Kinmoku.

-Y el reino?

-Júpiter, solo iremos una semana, no pasará nada. Además estaremos juntas, como los viejos tiempos. -Sonreímos ante la idea y empezamos a reír platicando en que hacer.

Kinmoku estaba aun en reconstrucción, llevaban dos años intentando crecer pero nadie los había apoyado o mejor dicho, no habían pedido ayuda, pero la tendrían de la Luna, iría para ayudarlos a alzar de nuevo ese hermoso planeta.

En la tarde le dije a mis padres de mo viaje y como lo esperaba, estaban felices, rápidamente mamá dijo que me llamaría todos los días y papá pregunto si había señal, no supe que decir, no les importó, estaban más que felices, mis guardianas estaban igual, se les escuchaba planear en como ayudar, mande un mensaje a las chicas para que estuvieran enteradas y solo contestaron con un mensaje afirmativo lleno de signos de exclamación, al parecer todas disfrutaríamos el viaje.

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Hola!!  Es una nueva historia, espero y sea de su agrado.
Besos!

Viajemos a Kinmoku. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora