Viajemos a Kinmoku.

Setsuna

Ella siempre supo cual era su lugar, desde siempre estuvo en la puerta del tiempo, vio caer el imperio lunar, vio morir a sus compañeras, perdió a Endymion, los vio renacer, conocerse, una y otra vez lo vio, por que ella era masoquista, veía todo, sin interrumpir la línea del tiempo, su amor murió y ella lo miró otra vez. Por qué le gustaba verlo antes de Serenity, feliz, sonriente, libre.

Nadie podía juzgarla por salir, en la línea de tiempo, por querer tocarlo, amarlo y ser amada, miró por la ventana, el jardín lleno de rosales, tenía puesta una camisa del hombre que estaba aún dormido en la cama. Sabía que irían a Kinmonku, sabía que la princesa estaba en dudas con el guerrero de ese planeta, sabía que el desenlace era regresar a la Tierra y cumplir Tokio de cristal, sino ella nunca conocería a Chibi-Usa. Suspiro y se volvió a acostar junto con él, disfrutaría su preciado tiempo, por que se acabaría pronto todo.

-Setsuna... En que piensas? -La abrazo, y aspiro el olor de la morena, la había visto muy ensimismada últimamente, pero le daba su espacio, no la quería molestar.

-En que mañana iremos a ese planeta.

-Si.

-Estará la princesa...

La soltó y se miró al techo mientras suspiraba. Ahí estaba el detalle, de vuelta a la realidad. No estaba nada interesado en esa visita pero sería lo más descortés no ir, menos si estaba ahí Serenity, le haría una rabieta.

-Sabíamos que esto acabaría.

-Lo sé. -Sé paro de la cama y fue a el baño. -Pero aún así duele.

Fue un susurro que ella hubiera querido no ser escuchada pero pronto fue abrazada por la espalda.

-Sabes que si no tuviera este peso encima...

-No lo sé. Pero gracias por intentar animarme. -No se movieron por un rato hasta que tocaron la puerta.

-Señor, llegaron las guardianas exteriores.

Se puso rígida, ellas tendrían que haber llegado mañana, no estaba preparada para dejar la habitación de Endymion. Se soltó de su amantes y se encerró en el baño, necesitaba mojarse la cara, refrescarse y pensar, no se tan inmadura.

Se miró al espejo y noto que su cara siempre tan neutra pintaba dolor, todo su tiempo había acabado y lo odiaba. Odiaba regresar a ser una guardiana más, dejar a su amor. Nadie podía entender que es ver de lejos a todos tener una vida, sonreír, llorar, amar, sentir tristeza y no poder sentirlo, por que ella siempre veía todo, solo ver, nada de amistades, nada de sentimientos... Hasta que un día vio la puerta abrirse y ahí encontró a su mejor amiga, su confidente, esa pequeña pelirosa sonriente que se volvió todo para ella.

-Chibi-Usa....

Entendía que debía dejar todo por ella, por que la amaba como si fuera una parte de si misma.

-Setsuna.

La puerta de atrás se abrió y entró Neptuno, entonces eso significaba que Endymion se había ido.

-Si?

-Saturno esta en la sala.

Sabía de que sería la platica, la princesa, por que había dejado ir a ese planeta con el guerrero, a pesar de haber quedado bien, seguía la incertidumbre de los sentimientos de la rubia por Seiya.

-Deja me cambio. -estaba con la camisa, sabía que la había visto, pero no diría nada, por que su amiga la quería, sabía desde la batalla contra Black Lady que sus sentimientos quedaron totalmente expuestos. Quedó sola y empezó a ponerse su habitual vestido, no sabía que como afrontar a sus amigas.

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-Rey. -Urano saludo a el joven.

-Chicas... Que bueno verlas.

-Estamos listas para ir a Kinmonku.

-Urano, me gustaría ir sin problemas. Sé que no te cae bien un guerrero de ahí. No quiero rencillas.

-Claro que no.

-Perfecto. Iremos mañana.

-Hasta mañana? -la rubia lo miró sorprendida.

-Si, mañana.

-Saturno, si la princesa ya estuvo caso un mes ahí, un día más o un día menos no hará diferencia ir ya. -Neptuno iba bajando tranquilamente.

-Claro. -Bufo.

-Donde está mamá Setsuna.

-Ya viene.

Hotaru fue la única que no aceptó usar el traje de princesa y seguir usando su traje de marinera, ella nunca explicó por qué.

El rey se excuso y fue directo a su estudio pensando en lo que le estaba pasando con la guardiana del tiempo, ella lo estaba cautivando, se sentía completo con ella, cosa que nunca había sentido, sin darse cuenta la estaba amando, ahora Serenity era un bonito recuerdo de sus pasados, pero Setsuna era su futuro, la quería para más.

-Amigo... -Motoki estaba ahí en un sofá.

-Dime Endymion. -Al parecer aun estaba enojado con él.

-Amo a una mujer que no es Serenity...

El chico se paro de su lugar, sorprendido. Estaba confusamente feliz por que su amigo estaba siendo sincero. Lo vio sentarse en su escritorio algo confundido.

-La morena, eh?

-Sí, ahora no se que haré...

-Al menos sabemos que sientes, ahora tienes que hablar con Usagi, no puedes hacer sufrir a las dos chicas.

-Setsuna....

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Hola!! Espero y no me odien aquí les dejo otro capitulo, ya vamos a acabar, ahora nuestro rey de la Tierra será menos tonto.

Besos!