No Puedo Vivir Sin Ti.

Capítulo 23

Una semana más tarde.

Narra Pablo.

Sale del baño con mi neceser y lo mete en la maleta. La veo preciosa. No me ha dejado ni un solo día sólo.

Con mi familia todo sigue igual, no aceptan a la mujer que tiene mi corazón y eso a mí me quiebra la paciencia.

Flashback.

La puerta de la habitación se abre y mi madre entra. Sonríe al verme y yo le sonrío de vuelta.

Mamá: ¡Hijo! -me abraza y me quejo por el hombro- Lo siento -besa mi mejilla- Tenía muchas ganas de verte y tu guardiana no te deja sólo ni dos segundos -espeta molesta-

No me gusta nada que hable así de Valeria y en ese tono.

Pablo: Mamá tú sabes que te amo, ¿no? -ella asiente- Pero también amo a la mujer que tú odias y a mis hijos.

Ella se levanta de la cama enfadada y se cruza de brazos.

Mamá: ¿A dónde quieres llegar?

Pablo: A que quiero que aceptes que nos queremos y que tenemos dos hijos maravillosos, no quiero ver como una de las mujeres de mi vida, odia a la otra -le digo sincero- Mamá, por favor, hazlo por mí -suplico-

Mamá: No me puedes pedir eso. ¿Acaso no ves que estás en esa cama por ella? Tuviste ese accidente por ir detrás de ella.

Pablo: ¡Basta! -digo un poco más alto de lo normal- Esto no fue culpa de nadie, fue un accidente. Y si yo salí detrás de ella fue porque vosotros la echastéis.

Mamá: Te estás equivocando... -niego-

Pablo: Yo me equivoqué cuando la eché de mi vida sin compasión alguna y embarazada. Ahora es el acierto de mi vida -digo firme-

Mi madre guarda silencio y lo prefiero así.

Fin del flashback.

Pablo: Deja que yo guarde eso -ella niega-

Valeria: Pablo, ¿te olvidas que acabas de tener un accidente? No puedes hacer esfuerzo y tienes que cuidarte mucho.

Pablo: ¿Y tendré una enfermera particular? -me acerco a ella y rodeo su cintura con el brazo que no tengo vendado-

Valeria: Bueno... Puede ser, por un amigo lo que sea -se separa de mí-