Una hermosa Caballero adaptacion a SUPERCORP

Parte sin 8

Todos los soldados que restaban fueron armados, los que habían salido del castillo regresaron al ver el fuego y avisados de los planes que sus señores tenían, asombrados al ver el dragón no lo duraron un segundo, Kara tomo algunas cosas con ella, su inseparable ballesta y su espada que ya tenía en su cintura, alguna comida aunque Eliza insistió y lleno de comida a la joven princesa, que miraba sonriente a la mujer que le llenaba una alforja de comida y vino, cuando todo el castillo estuvo listo el numeroso grupo que acompañaba a Jeremaiah se despidió calurosamente de la Princesa y de la Emperatriz que aún no lo sabía, mientras el precioso dragón Akyon volaba en silencio sobre el ejercito de Jeremaiah. El viaje daba comienzo.

Mientras tanto en el castillo de Lex Rhea se despertó furiosa esa mañana, y vociferó órdenes en todo el castillo, su esposo que estaba de casería regresó al ser avisado del repentino malestar de la reina, este aún con su capa de cazador enfrento a la mujer que en avanzado estado de embarazo caminaba de un lado a otro furiosa.

- ¿Qué te pasa mujer? – dijo este molesto desde la entrada.

- ¡Tu hija se ha fugado! – dijo furiosa – además una bestia de Pendragón protege a los Danvers ¿Sabes a donde demonios se dirigen?

- ¿Cómo quieres que sepa? – dijo el molesto – lo más seguro es que van hacia el reino de kara y mi hija no sé... ¿Cómo esperas que lo sepa? – ella se enfureció y conjuro algo en voz baja.

- He enviado a mis centauros y a los dragones del Mar de Plata aquellos sedientos de sangre en busca de Lena, es seguro que viaja hacia las tierras de Zor- EL en busca de respuestas... ¡Manda a destruir al duque! – él la miro y mando a llamar a su comandante y con voz cruel mando a parte de sus hombre en contra del "traidor" de Jeremaiah y de inmediato organizo a todo su otra contraparte de guerreros en busca de Lena acusándola de desacato al Rey y de peligrosidad ante la seguridad de su hijo.

Medio reino protestó ante las medidas tomadas por el rey y este acusó a todos lo que defendían a Lena de traidores y una sangrienta guerra se desató en menos de tres horas. Mientras tanto la noche caía nuevamente sobre el silencioso bosque en donde Lena miraba de reojo a Kara que cabalgaba a unos metros de ella en silencio. La humedad del ambiente era muy notoria y pronto comenzaría a caer una llovizna. Los 25 hombres y mujeres que las acompañaban, casi todos dando suficiente espacio a las jóvenes, la hermana de Kara suponiendo que Lena quería estar "sola" con su hermana decidió ir un tanto adelantada a ellas. Cuando ya era demasiada la oscuridad de la noche para continuar Lena decidió hacer un pequeño campamento. Al poco tiempo descansaban delante de una fogata, Kara no se atrevía a ver a los ojos a Lena, aún recordaba la voz de esta autoritaria ordenando que la soltara...seguro que Lena estaba aún molesta y no quería que la hermosa doncella se molestara más y por ello decidió no estar tan de cerca, pero Lena al ver las tímidas miradillas de la emperatriz comprendió que era probable que ella aún recordara el incidente de la tarde anterior, de lo cual Lena estaba más que arrepentida, sin embargo, teniendo ese incidente entre ambas era una excelente excusa para acercársele, por ello se sentó a su lado y pudo admirar su sorprendida cara al verle los ojos.

- Su alteza yoooo... - comenzó Kara bajando su mirada al suelo...

- No tuve tiempo de agradecerte por protegerme – dijo Lena interrumpiendo a Kara – disculpa que me comportará tan tonta esa tarde al decir que no tienes derecho a tocarme – dijo ella aún en voz baja, los ojos de Kara encontraron a los de Lena en medio de la oscuridad – y lo único que querías era protegerme, gracias caballero – dijo besando la mejilla de Kara, quien enrojeció de golpe y tosió un poco, sin embargo los labios de Lena eran fuego para ella misma, haber besado la delicada mejía de Kara tan suave hicieron que los sentidos de Lena le traicionaran y cerro los ojos sin escuchar la tosecilla de Kara nerviosa, la hermana de Kara miró todo de lejos y sonrió, esperaba que esas dos pudieran pronto gobernar ese reino que tanto las necesitaba.