CAPÍTULO 2.

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-Si pero, ¿Cómo dices que te ofendió? - Escuchaba la vos al otro lado de la muchacha que había recurrido a mi por sugerencia de otro de mis clientes.
-Está bien solo necesito su nombre, apellidos, lugar de trabajo o estudio y algunas cosas que le guste hacer en su tiempo libre.
En ese momento ya tenía toda una hoja de mi libreta llena de datos.
-El costo será de 600 tsetos por cada día que yo tarde en hacerla caer, pero solo contando desde el día en el que le empezare a hablar con ella que probablemente sea entre mañana y pasado mañana. Hasta entonces me aseguraré de obtener más información.

Colgué el teléfono, mi casa era un desastre lleno de cajas, ya no me quedaba tiempo tenía que ir a estudiar, este año ya saldría.
Me había despertado tarde hoy, me tocaba a las 11:30 a.m una clase pero ya eran las 11:15 y no tenía nada listo.
Guarde la pequeña libreta roja en la mesita de noche, saque un cigarrillo y después de encenderlo fui al baño no tan grande de mi habitación. Caminando descalza me pare frente al espejo que tenía un corte en forma de manzana, vi mi reflejo, mis ojos cafes con grandes ojeras debajo, mi cabello lacio desordenado por completo.

_Te quedan bien las ojeras.
_Todo me queda bien. - me reí intentando sonar lo más egocéntrica y narcisista posible.
_Si piensas que esa actitud me molesta en realidad no lo hace. Te ves linda.
_Ya cállate.

_Todo me queda bien. - abrí el grifo con algo de pereza lavando mi rostro con agua fría, esta haciendo reaccionar a mis sentidos y despertandome por completo.
Me tomó unos minutos lavarme los dientes y peinarme, ya en el camino me maquillaría.
Me puse una blusa un poco escotada de color azul petróleo, unos pantalones pescadores blancos algo rasgados, con unas zapatillas azules, sentía que algo faltaba así que saque una chaqueta pequeña blanca y me dispuse a salir de casa con el bolso de jean colgado de mi hombro izquierdo.
Tome un taxi, no me gustaban los autobuses y mi trabajo me permitía darme algunos lujos.
Al subirme saque de mi bolso el estuche rojo de maquillaje que siempre llevaba, el rizador de pestañas y la máscara de las mismas, el delineador, labial natural y algo de sombra café, después de cruzar toda la ciudad llegue a mi instituto ya tarde 11:50.
Estaba frente a la puerta del salón de la clase de Seminario de Integración I.
El docente me miró muy molesto pero sin reclamar nada, no podía hacerlo es un reglamento del instituto al que ingrese.

_Es un sueño. - Mi mirada algo apagada.
_Yo te pagare el instituto, solo no te estanques, debes salir profesional.
_Yoyo no te puedo dejar hacer eso.
Ella estaba completamente seria y por ello sabía que hablaba en serio.

Me senté, sacando mi cuaderno de apuntes, el docente volvió a lo que hacía antes de mi llegada.
Me distraje completamente, estaba planificando como sacar más información sobre la tal Leien.
Dibujaba estrellas en mi cuaderno de notas mientras en mi planificador mental ya tenía todo resuelto para hacer mi trabajo.

_Lo que haces no me gusta.
_Si no te gusta siempre tienes la puerta abierta para irte.
Sus ojos, brillosos por las lágrimas, la volví a dañar sin consideración, sin pensarlo.

Mi celular vibró en mi bolso, al sacarlo era un mensaje de mi compañero, Ian, voltee a verlo buscando una explicación a lo cual el susurro que solo lo leyera.
En el mensaje me preguntaba si tenía trabajo para el, a lo cual respondí que no pues en verdad hoy no le tenía ningún trabajo.
Ian es un compañero mío desde la secundaria, el sabía de todas la cosas que yo hacía y para la edad de 19 años decidió asociarse a mi extraño negocio.
Entre el aburrimiento de la clase y mi distracción las 2 horas pasaron volando, debía ir a almorzar pero en verdad no tenía hambre, al salir compre una botella de jugo de durazno y fui a hacer mi trabajo.
Cancha #13, chica alta, delgada, cabello castaño y ojos verdes.
No me había costado mucho ubicarla, era alguien que resaltaba a simple vista...bueno no por ser alguien que me pareciera simpática específicamente, sino por que es del tipo de chicas que no soportaba. Voz chillona, engreída y tratando a todos como si estuvieran muy por debajo de su nivel.
Estaban jugando basquetbol, una muchacha se alejo un poco del grupo para ir a tomar agua y en ese momento aproveche para acercarme.
_Hola, soy Mila disculpa que te lo pregunte pero...¿Siempre juegan en esta cancha?
La chica me miró sorprendida, era linda, pelirroja y con algunas pecas adornando su rostro.
_Eh...Si siempre jugamos en este lugar es muy espacioso, ¿Por qué lo preguntas?
_Sólo quiero unirme a su equipo ¿Quién es la capitana?
_Oh, es bueno oír que quieres entrar, la capitana es Leien, la chica que tiene el cabello trenzado.
La busque fingiendo que era la primera ves que la veía.
_Me da algo de pena acercarme a hablar con ella, que tal si mejor me platicas un poco del equipo y como se llevan, como son sus entrenamientos.
_Claro, de hecho ya acabo el entrenamiento así que podemos platicar un momento. - su voz sonaba dulce y por lo visto ella sería mi mejor fuente de información.
_Que dices si te invito a almorzar y así me platicas.
Lo pensó un momento y luego de unos segundos respondió.
_Está bien, solo déjame hacer una llamada. - sacó su teléfono y marcó rápido, después de un momento en la llamada cortó y colgándose el bolso camino hacia mi y me tomo del brazo.
_Ahora si vamos.
Me sorprendió un poco su actitud confiada al apenas conocerme.
_Y bueno, no te pregunte tu nombre pequitas. ¿Cómo te llamas?
_M..Me llamo Jina, pero me gusta como me dijiste.
_¿Pequitas? Te diré así de ahora en adelante.
Me miró repentinamente decaída.
_Es que...ellas me dicen que las debería tapar con maquillaje por que no se ven bien.
Ni la conocía, pero como se había comportado tan linda hasta ahora me molestaba que dijeran eso si sus pecas eran preciosas.
_¿Que? ¿Y tu tomas eso en cuenta? Ellas están ciegas tus pecas son lindas y hacen que te veas hermosa.
Vi la sonrisa que se formaba al escuchar lo que acababa de decir, esta chica era una completa ternura pero debía concentrarme en lo principal.
_Bueno, entonces platicame sobre tu equipo. ¿Te llevas bien con ellas?
_Si, son buenas personas, ellas se esfuerzan mucho, sobre todo la capitana.
_Platicame más de ella parece una persona interesante.
_Bueno es muy exigente, competitiva, es graciosa pero si no le caes bien es un demonio. Es muy disciplinada y eso la hace una buena deportista.
_Hablas muy bien de ella.
_No tengo nada malo que decir sobre ella.
_Eres muy dulce pequitas, bueno ¿Qué quieres comer?
_¿Está bien si respondo que una pizza?
_Claro, yo invito lo que tu quieras.
Entre charlas y risas la guíe hasta una pizzeria, tomamos asiento en una mesa alejada.
_¿Qué pizza quieres? - La mire invitandola a que eligiera.
_Una "Cuatro estaciones" ¿te parece bien?
_Si, esa es mi favorita de hecho.
Ella me dedico una linda sonrisa, esta chica me recuerda a alguien, pero no tengo idea a quien.
Llame al mesero y le pedí una familiar cuatro estaciones al momento de pedir el refresco yo pedí uno de fresa y la mire para que pidiera el suyo.
_Un jugó de piña por favor.
El mesero se fue y quedamos solas otra ves.
_Y...cuéntame sobre ti. - Se que tenía que preguntar sobre mi objetivo pero ella no debía notarlo.
_Tengo 19 años, me gustan mucho los deportes pero aunque haga demasiados siento que no bajo de peso, mi fruta favorita es la piña, estoy en segundo año de la carrera de Psicología.
_Eso se oye interesante, por que elegiste la carrera de Psicología.
_Soy buena escuchando a las personas, me gusta que se sientan bien, poder ayudarlas en sus problemas, tengo una buena habilidad suavizando los malos sentimientos de las personas y comunicándome con estas.

CRUSHED (ChicaXChica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora