29 - 嘘

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mentiras...

-¡Ann!- Mark llamó su nombre pero la chica no se giró a verlo.- ¡Ann! ¡Detente!

La siguió fuera del apartamento y por el pasillo, hasta la puerta del elevador donde Ann presionaba desesperadamente el botón como si eso fuera a hacer que el ascensor llegara más rápido.

-Ann…- Mark llegó hasta ella y agarró su muñeca, haciéndola dejar de torturar el inocente botón. Ella lo miró, aun llorando. Mark tenía los labios húmedos e hinchados, el cabello despeinado e incluso su ropa estaba desarreglada. Verlo así le revolvió el estómago. Aun no podía creer lo que acababa de ver.

-¡Suéltame!- quitó su mano con un gesto brusco.- ¿Qué está mal contigo?

-¿A qué viniste, Ann?- Mark se pasó una mano por el cabello y respiró profundo, aunando paciencia.

-¿Quién es ese tipo, Mark? ¿Qué estabas haciendo con él?- aun cuando las lágrimas seguían corriendo por su rostro, Ann había encontrado la fuerza para hablar, porque la impresión que inicialmente había tenido, ahora se estaba convirtiendo en enojo, y la expresión totalmente despreocupada de Mark estaba contribuyendo bastante a que eso sucediera.

-Creo que eso era bastante obvio.- Mark cruzó sus brazos sobre su pecho.

-¿Fue por eso entonces? ¿Por eso me dejaste?- inquirió Ann, alterándose cada vez más.

-Cuando rompí contigo, Ann, traté de dejarte bien en claro cuál fue la razón.- Mark habló suavemente, tratando de mantener la situación bajo control.

-¡Una razón de mierda! ¡Nunca entendí tus razones! Aunque creo que ahora están más que claras. ¡Tenía que haberlo sabido! ¡Era jodidamente obvio!- Ann se secó el rostro, ya estaba poniéndose histérica y para colmo el bendito ascensor no llegaba.

-¿De qué estás hablando?- Mark frunció el ceño.

-No jodas, Mark. No te hahas el bobo. ¿Youngjae? ¿Tu mejor amigo? Por favor... ¿Me dejaste porque te aburriste de mí? ¿En serio? ¡Todo eso es pura mierda, Mark! ¡Siempre fuiste gay y nunca tuviste las bolas para decírmelo! ¡Me usaste!

-No hables cosas que no son, Ann.

-¡Tengo razón y lo sabes!

-¡No la tienes!- Mark le gritó de repente, haciendo que Ann se encogiera un poco en su sitio.- ¡Deja de hablar lo que te viene a la mente! ¡Si me cansé de ti fue porque eres una egoísta arrogante que solo piensa en sí misma!

-¡Pero no por eso tienes que dejarme por un hombre!

-¡No te dejé por un hombre! ¡Te dejé porque tú solo te amas a ti misma! ¡Yo te amé en serio! ¡De verdad lo hice…! Pero me cansé… no quise lastimarte, pero veo que las cosas tengo que decírtelas como son.

-Eso no es verdad…- Ann volvió a sollozar.- Yo si te amaba… te amo… pero tú…

-Tú no me amas. Solo estás acostumbrada a estar conmigo. Acostumbrada a tener un novio que siempre cumpla tus caprichos y al que puedas lucir como un bolso de marca. Solo me querías para colgarte de mi brazo y burlarte de tus amigas que no tenían novio.

-Eso no es cierto, Mark.

-Sabes que sí. No te engañes a ti misma diciéndote que eres una buena persona.

-Pues entonces tú no eres mejor que yo.

-¿Por qué?

-¿Tengo que repetírtelo?- estiró una mano hasta él y limpió sus labios húmedos usando su pulgar. Con fuerza, casi con rabia.- Dejándote tocar así por otro hombre.- su ceño se frunció.- Dejando que tus labios se pongan así con sus besos… Eres un anormal, un enfermo. Igual que Youngjae, igual que el otro chico…- limpió su mano en la ropa de Mark.

White Thrill ✓[Markson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora