20 - 思い出せたくない...

2.9K 352 134
                                    

no quiero recordar...

-¿Recuérdame por qué carajo estamos haciendo esto?- preguntó Mark, exasperado, mientras bajaba la escalera, agazapado detrás de Youngjae.

-¡Shhhh!- Youngjae se giró, poniéndole un dedo en los labios.- Cállate de una vez. Mis padres aún están despiertos.

-Esto no tiene sentido. ¿No puedes solo decirles que vamos a salir un momento?

-Es martes, son las once de la noche, mañana hay escuela. No creo que el viejo ¨ahora volvemos, vamos a salir un momento¨ funcione en estas circunstancias.

-Entonces no salimos y ya.

-No, Mark. Tenemos que ir, para ver si te aclaras esa cabeza de una vez por todas.

-No hace falta que...

-¡Nada! Usted se calla.- Youngjae le volvió a poner un dedo en los labios.- Solo sígueme.- le indicó mientras seguía bajando la escalera con paso sigiloso. Sus padres estaban en la terraza conversando tranquilamente. Ambos chicos se habían vestido con ropa oscura y llevaban unos impermeables entre sus manos. Hicieron todo lo posible por no hacer ruido a medida que se acercaban a la puerta principal.

Youngjae abrió, lo más lento que pudo, y se escabulló hacia afuera, dejando espacio para que Mark lo siguiera. Habían apagado las luces de la habitación luego de pasarse casi una hora hablando de cosas de la escuela para que pareciera que estaban estudiando y habían decidido irse a la cama temprano. No es que los padres de Youngjae fueran precisamente estrictos pero, si los sorprendían escabulléndose, o si intentaran pedir permiso para salir, tendrían que dar demasiadas explicaciones.

-No puedo creer que a mis veinte años aun esté haciendo esto.- se quejó Mark después de cruzar el muro del patio de casa de Youngjae para salir por la calle de atrás.

-Pues esto no es América, aquí las personas de veinte años aun le tienen que rendir cuentas a sus padres. Así que te aguantas.- Youngjae brincó detrás de él, haciendo un ruido sordo cuando sus huesos fueron a dar contra el asfalto.- ¡Mierda! ¡Se valía ayudarme, Mark!- dijo mirando acusadoramente a su amigo que seguía de pie junto a él, con los brazos cruzados, aun después de verlo caerse de forma muy poco digna.

Mark solo recogió su impermeable del suelo y le extendió a Youngjae el suyo. Se los pusieron y empezaron a caminar fuera del callejón, aun bajo la lluvia.

Estuvieron caminando durante un rato, las pocas cuadras que los separaban de casa de Bambam. Al llegar allí, el menor de los tres simplemente salió a su encuentro por la puerta principal, también usando un impermeable.

-¿Qué dijiste en casa?- le preguntó Mark, curioso, a verlo salir con tanto desenfado.

-Nada.- Bambam se encogió de hombros.

-¿No te vieron salir?

-Sí. ¿Por qué?

Mark solo miró acusadoramente a Youngjae.

-Todas las familias no son iguales.- se defendió este.- Ya deja eso. Vamos, Bam.

Los tres reanudaron la marcha. Rumbo a la parada del autobús.

-¿Me pueden volver a explicar porque tengo que ir con ustedes, cuando lo primero que dije era que no quería hacer nada raro porque estaba lloviendo?- empezó a quejarse Bambam.

-Ya te dije que estamos haciendo esto por el bien de Mark.- explicó Youngjae, rodeando los hombros de Mark con uno de sus brazos.- Necesitamos comprobar esto de una vez por todas.

-Sigo sin entender cómo es que terminan metiéndome siempre en sus problemas.

-El hecho de que últimamente no hayas tenido ningún problema no quiere decir que seas un santo, Bamie.- le contestó Mark.- No fueron pocas las veces que tuvimos que salir más o menos a esta misma hora por tu culpa. Al menos esta vez no es nada malo.

White Thrill ✓[Markson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora