Cuatro canciones

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—Considerando el éxito que tuviste, a pesar de que tu canción no fue la principal, decidimos que esta vez sí lo serías.

Las palabras del CEO se repetían en su cabeza como un disco rayado mientras en el ascensor se escuchaba una reversión de la canción que había producido para el segundo álbum de un grupo rookie, la que obtuvo inesperadamente más atención que la canción principal. Podía decir que su intervención era la causa del gran éxito del que estaban disfrutando los muchachos del grupo, pero también debía reconocer que estar bajo el alero de una gran compañía significaba un gran empujón.

—Esperamos que puedas firmar un contrato de exclusividad con nosotros.

Hace tres años, cuando su contrato con TS Entertainment acabó, su sueño de ser un conocido idol mutó y se convirtió en ser productor. Tenía demasiadas ideas en la cabeza, demasiada música que el mundo necesitaba conocer y, siempre impulsado por la confianza de su hyung favorito, decidió que ese sería el camino que seguiría.

Al principio, las cosas no fueron tan mal, todos conocían a Zelo y confiaban en el trabajo que él y Bang YongGuk hacían, por lo que nunca le faltó a quien vender su música. Porque vender un par de canciones y escuchar a otras personas, por muy pocas que fueran, era suficiente para ellos.

Hasta que YongGuk emprendió otro camino, uno en el que JunHong no pudo acompañarlo.

Todo fue en caída libre cuando se vio solo frente a un mundo dispuesto a devorarlo al primer descuido. Sus canciones no eran tan buenas como las que había compuesto de la mano de su ex líder. Los CEOs no confiaban en su talento de principiante, todos habían confiado en la capacidad artística del líder Bang YongGuk, pero nunca en el maknae de BAP.

Sobrevivir a la austeridad y enfrentarse a todos aquellos demonios de los que había escapado mientras formó parte de esa pequeña familia llamada BAP acabó arrastrándolo a la más profunda depresión.

La imagen del alegre maknae, ahora compositor musical, murió incinerada con todas las canciones que nunca vieron la luz del sol.

Dime cómo fue la reunión, JunHonggie.

Afuera del edificio de la agencia, la noche oscurecía el cielo y las pocas fanáticas acampadas afuera para ver a sus ídolos ignoraron su presencia de forma olímpica.

En otra época se habría sentido ofendido por la poca efusividad de las pocas muchachas que lo reconocieron, pero ahora se sentía en paz cuando caminaba por las calles sin tener que escapar u ocultarse de ellas.

—¡Hyung, quieren que sea la canción principal! Ellos la amaron —no pudo evitar gritar cuando se vio solo en medio de una calle.

¡Lo sabía! Te lo dije, te lo dije —escuchó más exclamaciones al otro lado de la línea, hasta aplausos—. Cariño, estoy muy feliz por ti, por fin están reconociendo el inmenso talento que tienes.

JunHong sonrió para sí mismo, avergonzado de las palabras del mayor. Él nunca había confiado realmente en sí mismo, ni siquiera cuando lo eligieron para debutar en BAP. Hasta el último día sintió que no merecía realmente estar ahí, que nunca llegaría al nivel en que estaban los mayores. Nunca creyó cantar como DaeHyun o YoungJae, ni bailar como JongUp y, por más que se esforzó, nunca estuvo a la altura de HimChan y mucho menos de Bang YongGuk.

Fueron los empujes del mayor de todos lo que lo llevó a esforzarse cada día más, a perfeccionar sus movimientos, a mejorar su voz; fue la confianza de YongGuk la única razón por la que él se convirtió en un miembro realmente valioso en el grupo.

Cuando YongGuk decidió marcharse, todo se derrumbó en su interior. Ellos tenían claro lo que harían después de que sus contratos vencieran, seguirían juntos como la familia que eran.

BangLo SongFicsWhere stories live. Discover now