Ella entro al baño rápidamente, alguien había tocado a su puerta, no dejaría que la vieran a sí.
— ¿________? -Mierda era él.
— ¿Sí? -Grito dentro del baño, con la voz aun entre cortada.
— ¿Te encuentras bien?, se escuchaban unos ruidos raros. -Se escuchó la cama crujir. Maldijo, recordando que la cama aun debería seguir mojada por sus fluidos.
Salió rápidamente del baño con una toalla alrededor del cuerpo.
Se encontró a Harry acostado de lado en la cama, mirándola fijamente.
— ¿Qué ocurre? -Pregunto ella dirigiéndose a su armario
— ¿Te olvidaste que me ayudarías? -Cerro rápidamente el armario, había olvidado que había metido cosas para esa noche.
— Uhh mm, si lo olvide -mintió. Y se colocó al frente del. — ¿Te podrías salir?, en 5 minutos estoy abajo contigo, para ayudarte.
Él simplemente asintió y salió de ahí. Ella bufo, casi la descubría.
Se acomodó su ropa interior y encima se puso un vestido.
Su corazón latía a mil por hora, ¿debería seducir a su hermanastro?
Entro a la cocina, él se encontraba vaciando una bolsa de papas sobre un tazón. Él la miro y sonrió.
— Veo que ya casi hiciste todo. -Dijo _____ mientras comía una papa.
— Sí. -Susurro, normal. Era hora de andar a echar su plan.
— Oye, no te eh dado tu regalo.
— ¿Dónde está? -Dijo brincando como niño pequeño.
— Tranquilo, está en mi habitación & es algo muy especial. -Sonrió junto con él. — Solo que hay algunas condiciones para que te lo de… -Él frunció el ceño.
— ¿Cuáles? -Pregunto mientras se acercaba a ella.
— Primero que nada, quiero que te pongas esto… -Le dio un pañuelo. — Tapate los ojos, Harry… -Él lo hizo sin chistar, le estaba siguiendo la corriente, genial. — Segundo, no hables solo sígueme… -Lo tomo de las manos mientras jalaba de él… — Aquí están las escaleras, sube… -Iban lento para que él no se callera.
Llegaron hasta arriba & caminaron asía su habitación, entraron en ella.
— Tercero, siéntate en esta silla… -Él lo hizo.
— ______, ya déjate de misterios, dame mi regalo…
— Eh, eh, eh, eh…. No estás respetando la segunda regla… -Él apretó los labios.
Harry no se movía, perfecto. Camino sigilosamente al armario & saco una cuerda que había guardado ahí, se acercó, de espaldas a él. Tomo sus manos y el dio un pequeño brinco de susto.
— Tranquilo, no te hare nada, que no quieras -Lo último lo susurro y con la punta de su lengua roso el ovuló de su oreja. Paso la cuerda por las muñecas del chico y amaro fuertemente.
— _____, me estas asustando suéltame -Harry trato de levantarse pero lo había amarrado también a la silla.
— Mierda Harry, estas arruinado todo. Te va a encantar tu regalo -Sonó como una niña mimada.
Vio como Harry forcejeaba con la soga. Genial…