Parte 2

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Tal vez lograría avanzar 5km hasta el poblado más cercano, corrí hasta sentir mis piernas ser golpeadas por algo duro y luego volví a caer al suelo, pude sentir mi piel rasgarse un poco, era el muchacho de apariencia de drogado del bosque, el sostenía una rama y estaba por volver a golpearme, me levante de un salto pero me empujo de regreso al suelo.

-Me ayudaste a curar mi pierna y a desacerté de mi forma venado con tus palabras sinceras, y entonces solo me dejaste a un lado del camino como si yo fuera una bolsa de basura- El aun lloraba, pero su voz se escuchaba llena de rabia, me ponía realmente incomoda

-Por favor señor, deje que viva, tengo dos teléfonos se los podría dar, hasta mi laptop si lo desea- Pedí por mi vida con la cara cubierta de polvo y hojas secas que se habían adherido a mi rostro tras la caída que tuve por culpa del golpe.

-¿Dejarte viva? ¿Quién dijo que te mataría en primer lugar?-

-No me quieras hacer tonta, dices eso, y luego me llevaras a un oxxo a que saque dinero de mi cuenta- Grite en un golpe de adrenalina, estaba molesta y asustada, él se puso a hablar pero yo no lo escuche para nada, las voces en mi cabeza eran mucho más fuertes que sus palabras con el asentó tan raro, prefiero que digan que di pelea a que solo me mataron sin más.

Así que tome lo que me quedaba de adrenalina y me abalance en contra de él, lo tumbe por las piernas y fue fácil tumbarle pues se podía ver que tenía una rota, le quite la rama de un tirón soportando el dolor provocado cuando rozo por mis heridas, tenía tanto miedo de que regresara el doble de molesto, tenía tanta adrenalina corriendo por mis venas podía escuchar mi propio corazón latir estaba tan alterada, que cuando llegue al pueblo creyeron que estaba bajo los efectos de alguna droga.

Tenía suficiente dinero en mi mochila como para tomar un camión e ir a casa, tenía mucho tiempo de que no me subía a un camión pero como ya no tengo bicicleta, será mi nuevo transporte. Toda la gente hablando pudo calmar mi estrés, por lo menos ahora que hay mucha gente era menos probable que volviera a golpearme.

Llegue a casa llorando como una loca, me recibieron con abrazos y preguntas preocupadas, no les hable tanto sobre el muchacho ni del venado, pero aun así me regañaron horriblemente.

Eran ya las 3am, yo estaba echa bolita en mi cama con mi gata a un lado, la única iluminación era mi luz de noche y mi celular, mensajeaba a mi falsa hermana contándole la incómoda experiencia que había vivido esa tarde, así podía darle menos peso a los recuerdos, riendo por sus malas bromas tratando de calmarme y riendo de mi intento de salvar un venado.

Era raro que estuviera despierta a esta hora, había despertado de golpe, dicen que si llegas a despertar cerca de esa hora, es porque alguien te lleva observando un buen rato y como sientes esa mirada despiertas automáticamente.

Al parecer era de verdad, mi ventana se abrió lentamente, la había escuchado rugir pero yo creí que era el sonido del aire o el árbol golpeando el cristal, cuando termino de abrirse, de un brinco entro el muchacho que me golpeo con un palo.

El me miraba y yo lo miraba a él, estaba completamente paralizada quería solo gritar pero no podía, quería llamara mis padres para que me ayudaran que alguien me ayudara, no puedo hacer nada yo sola. Mis manos sudaban por los nervios mientras sostenía el teléfono los msgs que me llegaban eran lo único que sonaban en la habitación aparte del sonido del aire, pero para mí solo había gritos y sonidos fuertes dentro de mi cabeza, tenía los ojos abiertos como una luna llena, mi cuerpo me temblaba sin parar, no quería parpadear y que con eso el se pudiera acercar aún más, ya que estaba a los pies de mi cama, hincado mirándome; Por mucho tiempo pensé que yo era inútil y que nadie me amaba o se preocupaba por mí, que si me mataban sería un peso menos, pero me di cuenta de que no es así, yo le importo a mi familia y a mi hermana (aunque no es mi hermana realmente) ellos me amaban ellos se sentirían mal si a la mañana siguiente me veían en mi cama muerta.

Perdida...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora