Para envenenar el alma.

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Para envenenar el alma
para sedar el subconsciente
en las noches frias de Noviembre
amargos son los tragos
y mas dulces las caricias
del viento

que durante aquellas
noches grises
me ha dado por contemplar
el cielo
el gris de las nubes me recuerda
que la vida se pasa volando
y yo me la estoy bebiendo
en sorbos frios del destino
noches en vela
y palabras al viento

como borrar este cruel sentimiento
si la noche se ha puesto
a mi favor
y solo me resta perderme
en las penumbras de este mar
inmenso de recuerdos.

Poesía obsoletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora