Has escuchado eso que dicen que la guerra te cambia? Pues, es cierto y eso le paso a nuestro protagonista, Uzumaki Naruto, después de seis meses de guerra noto como eran en realidad sus "amigos", nuestro Uzumaki favorito cambio tanto física como men...
Bueno, se que llevo mucho, mucho, demasiado tiempo inactivo, pero, tengo una buena excusa... tuve demasiado trabajo, si, yo trabajo, al menos cuando no tengo clases :u, y me tenía hasta el cuello y lo menos que podía hacer era escribir, perdón. Sin nada más que decir, empecemos con este sensual capitulo 7u7.
PD: No hay lemon aquí, así que, calmense >:v. Ya este en escritura "La perversión de un Jinchūriki"
Los días pasaban tranquilamente, planeaban mejor las cosas, de vez en cuando se movían de sitio y como siempre, Naruto, tenia sexo como loco con las chicas. Eso era muy importante para el imponente peliblanco ojirrojo.
Actualmente nuestro hermoso y sexy protagonista, acababa de terminar una de sus rutinas de entrenamiento matutinas, estando completamente sudoroso y lleno de sangre. Suspirando, el peliblanco se echo el cabello hacia atrás, con sus manos aun teniendo las uñas de un color negro, no sabía el porque, pero le gustaba tenerlas de ese color, a la vez que miraba hacia otro lado, de donde provenía el olor a comida. Para entrenar, se había acostumbrado a usar su traje de batalla, por lo cual lo estaba usando justo en este momento. La única diferencia era que su cabello estaba atado en una coleta de caballo, la que siempre utiliza con su vestimenta normal.
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(Siento que si sigo poniendo imágenes de Kogitsunemaru, o en este caso Naruto, terminare volviendo a mis lectores gays :v, y si eres una chica, igualmente, te vuelves gay :u)
Tronándose los huesos que tenía entumecidos, el ojirrojo, de, extrañamente, cejas negras se dirigió a donde olía la comida, haciendo que su flequillo vuelva a caer a la vez que el ponía una sonrisa en su rostro. Sabía que no era ramen lo que estaban cocinando las chicas, pero igualmente sabía que le iba a gustar lo que cocinaran ellas, aunque era curioso, pues se suponía que ella eran princesas y reina, así que lo mas probable era que tuvieran sirvientes para todo, así que el que supieran cocinar era algo bastante extraño, pero bueno. El solamente era el protagonista de un fic hecho por una persona cualquiera ¿verdad?.
Dejando de romper la cuarta pared de formas tan bestiales, Naruto llegó a su nuevo campamento, en donde vio a Chloe preparando el desayuno, Origa sentada con los ojos cerrados, Alicia afilando su espada y Prim practicando el uso del Chakra.
Sonriendoles, le alzó la mano, para posteriormente hablar.-Buenos días chicas-. Saludó el peliblanco Uzumaki, atrayendo la atención de las mujeres del grupo, las cuales le sonrieron y alzaron la mano en forma de saludo, para después continuar con sus actividades de antes.
Sentándose al lado de la reina oscura, el alto peliblanco iba a decir algo, pero la mujer de varios siglos de edad se le adelantó.-¿Estás listo para este día Naruto-kun?-. Preguntó con su tan característica serenidad la pelinegra, abriendo ligeramente sus ojos para ver la cara confundida del peliblanco, para después bajar su mirada, llegando hasta las manos de el, en donde vio sus uñas pintadas, iba a preguntar el porque de ello, pero mejor se lo guardaba para si misma. Ese hombre era muy... extravagante por decirlo de alguna forma, y eso era explicado por su tan curioso traje de batalla el cual ella seguía creyendo que lo retrasaba mucho, ya varias veces le había dicho que usara un traje mas parecido al de ella y las demás mujeres, pero este se había negada rotundamente. No sabia si le decía eso era por su propia seguridad o porque lo quería ver semi desnudo, bueno, se podría decir que era un 50/50.
