- Y entonces Yoongi lo quiso matar, pero yo le dije que era su culpa por que él había invitado a Jungkook cuando yo le había contado toda la historia entre mi mejor amigo y su mejor amigo. -dijo Hoseok en la sala.
Desde la cocina, donde estaba Taehyung, podía escuchar como su amigo contaba con lujo de detalle como había encontrado a Jungkook y a él en su cama cuando había regresado de su cita con Yoongi.
Min los había querido matar. Incluso a Jungkook, que era su mejor amigo, lo recorrió por toda su casa mientras la pareja de Tae corría desnudo para salvar su pellejo.
Mientras esos dos hacían eso, Hoseok se había reído a carcajadas en la cara de el joven rubio al mismo tiempo que este se ponía los pantalones, importándole muy poco llevar o no llevar ropa interior en esos momentos.
La situación había sido mucho más embarazosa cuando Jungkook y Yoongi volvieron al cuarto luego de arreglar sus problemas, y junto con Hoseok, ellos tres habían podido ver como la parte trasera de los pantalones de chándal de Tae se humedecían por el semen de Jeon.
Los tres se rieron de el mientras Taehyung solo rogaba en silencio que la tierra lo tragara y no lo escupiera en unos doscientos años, como mínimo.
Ahora, en cada reunión familiar siempre se contaba como Tae y Jungkook habían vuelto a encontrarse luego de meses y habían quitado el muro de ladrillos que impedía que ambos pudieran transmitir sus sentimientos uno con el otro.
Era un cursilería pero...
- Oye, mi amor ¿No te parece que Hoseok ya ha contado muchas veces esa historia? -... Pero a Taehyung le encantaba. Dándose la vuelta, se encontró con Jungkook cargando dos cajas de vino en su mano izquierda.
Diablos, su hombre se veía sexy con el vino encima.
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- Déjalo, cielo. De seguro tiene envidia por que Yoongi no es tan bueno en la cama como tú. -le respondió Tae. Jungkook abrió los ojos sorprendido mientras avanzaba hasta la encimera para poder dejar las cajas con el alcohol en su lugar.
Dios, por suerte eran las únicas dos que faltaban de las cincuenta que habían pedido.
- Taehyung ¿Eres tu el que está hablando o es tu estómago? -pregunto confundido Jeon. Tae rodó los ojos. Si, él sabía que últimamente había dicho muchas cosas sin vergüenza alguna, como en este caso. Taehyung estaba seguro que era su estómago por que luego de decirlas se ponía más rojo que un tomate.
- Yo.... -dijo mientras tragaba saliva. - Lo lamento, sabes como estoy con todo el asunto. -murmuro el joven rubio. Jungkook se acercó a él y entrelazo sus manos en la espalda de Tae, justo a la altura de su cintura y con cuidado de no aplastarlo.
- Si, lo se. -susurro en su oído, luego mordió el lóbulo y Tae lo empujo levemente mientras la molestia se hacía presente en el. Tae vio a la cara a su pareja, demostrándole su frustración. Diablos, le había dicho a Jungkook que no hiciera eso por que tenía a sus hormonas corriendo de derecha a izquierda por todo su cuerpo. - Y me encanta, ya lo sabes. -admitió con picardía.
- El hecho de que este embarazado no quiere decir que te aproveches de mi sensibilidad. -gruño Taehyung. Él se volvió en su posición y continuo preparando la comida.
Agh, incluso con un bebé encima tenía que preparar el almuerzo.
- Cariño, tranquilo. Sabes que el que te frustres no le hace bien al bebé. -dijo amorosamente Jungkook desde atrás suyo, pegando su pecho a la espalda de su pareja y susurrando cálidas palabras en su oído. Tae se derritió por el amor.