Ibai y el monstruo Croquecroque

Croquecroque pillín

Ibai despertó con un ligero dolor de cabeza en un cobertizo sucio y maloliente. Ibai se asustó al recordar lo sucedido con Croquecroque y palpó sus piernas. Conservaba sus pantalones pero noto una brisa que le helaba los pezones; estaba sin camisa. Sus pectorales estaban al descubierto.
Ante esa situación Ibai se ruborizó.

Ibai miró hacia una esquina del cobertizo y casi le da un ataque al ver a Croquecroque observándole con deseo y curiosidad.

Buscó su camisa pero no la encontraba por ninguna parte, así que decidió preguntarle al todavía callado monstruo a ver si la había visto.

-Mmm ¡wuaaah! tututu Chuckno rrismmm.- fue la contestación de este. Ibai empezaba a perder la paciencia.

-A ver tu bicharraco - comenzó a decir Ibai con su característico acento de pueblo.- se me e'tan helando lo' pesone'.

Croquecroque se acercó lentamente a Ibai y empezó a palparle los pectorales con sus empanadas manos de croqueta. Ibai sintió un cosquilleo en su tripita abdominada y comenzó a ruborizarse. Croquecroque lo noto y siguió masajeandole el torso desnudo. Ibai se sentía muy agusto cuando Croquecroque le tocaba así que no le detuvo cuando comenzó a acercar la cara a la suya. El corazón de Ibai iba a cien por hora y todo lo demás iba muy lento. La cara de Croquecroque estaba tan cerca... Podía olerle perfectamente; olía como a jamón. Ibai cerro los ojos ante el que iba a ser su primer beso cuando...

-¿Que estáis haciendo en mi cobertizo?- pregunto una voz un poco grave. La voz procedía de un hombre alto y adulto.

Ibai se levantó corriendo y pidió perdón. El hombre adulto comenzó a gritarle e Ibai solo contestaba con disculpas. Todo pasó muy rápido pero Ibai noto el momento en el que el hombre levantó su puño en dirección a su cara. No pudo reaccionar a tiempo, pero no le golpeó extrañamente.

Ibai no entendía nada. ¿Porque no había recibido el golpe? ¿Porque el hombre se había detenido? ¿P-porque estaba sangrando por la boca...?

El hombre se desplomó enfrente de él y su cuerpo dejo al descubierto a Croquecroque con una navaja de farrukillo llena de sangre.
¡Lo había apuñalado!

Croquecroque cogió de la mano a Ibai y comenzó a tirar de él hacia fuera de ese cobertizo. Comenzaron a correr por el jardín de aquella casa y después corrieron huyendo del barrio en el que se encontraba la casa.

¿Acaso se acababa de convertir en cómplice de asesinato? ¿Qué era este cosquilleo que había sentido al sentir las manos de Croquecroque?