Ibai y el monstruo Croquecroque

Secuestrado

Cuando despertó ya habían pasado 12 horas. Croquecroque estaba despierto y seguía sosteniendo la cabeza de Ibai sobre sus croquepiernas. Croque lo miraba dulcemente. Sus ojos eran tan brillantes y grandes... Ibai no pudo evitarlo y se ruborizó. Pasaron unos minutos mirándose sin hablar, hasta que empezó a ser incómodo y raro e Ibai se levantó y comenzó a recordar el beso que se dieron. Todavía le emocionaba.

Pasaron la mañana allí hasta que a Ibai le entró mucho hambre y le pidió ir a buscar comida a Croquecroque. Nuestro redondo amigo, al verle sufriendo, fue a buscar algo de comer para él. Ibai se quedó para intentar encender un fuego, pero como es un paleto no pudo hacerlo así que se tumbó a esperar que llegara el monstruo.

Comenzó a escuchar un ruido entre los arbustos y  pudo ver como una persona se aproximaba pasando entre ellos. ¿Porqué le sonaba tanto la cara de aquel hombre?

- Eh tu, guapo.- dijo el sospechoso hombre guiñándole un ojo. Ibai saludó al hombre un poco nervioso y este comenzó a acercarse a él hasta quedarse muy cerca de su cara, ante lo que Ibai se desmayó cual damisela sobre los brazos de aquel hombre.

- ¿Porqué estoy desnudo?- exclamó Ibai al recuperar el sentido y darse cuenta de que sus ropajes habían desaparecido. También estaba atado a una silla y solo podía ver al hombre delante suyo, ya que todo estaba bastante oscuro.
- No te he violado guapo, aunque no me han faltado ganas... -dijo el hombre con una mirada seductora ante lo que Ibai se volvió a desmayar.

- ¿Qué ha pasado? ¿Porqué estoy desnudo? - volvió a preguntar Ibai cuando se despertó.- ¿Dónde está Croquecroque?
-¿Croquecroque dices?- dijo el hombre entre riendo.- No vas a volver a ver a tu amigo empanado... O debería decir tu novio.
Ibai se ruborizó al escuchar la palabra "novio". ¿Era Croquecroque su novio? Se habían besado si, pero a él nadie le pregunto nada sobre oficializar la relasión.
- No es mi novio, es mi héroe.- Ibai se emocionó al hablar y comenzó a llorar.
- Si supieras la verdad sobre él, no le describirías como tu héroe.
-¡Porque dice usted eso!- exclamó Ibai un poco enfadado. El hombre misterioso se sentó en una silla enfrente de Ibai y mirándole profundamente a los ojos le dijo:
-¿Te gustaría saber la verdad sobre Croquecroque?