Noto la mirada de mi sobrino en mi espalda y yo solo resoplo, desde que volvimos de pelear contra Deaucalion me tiene bajo una lupa controlando todo lo que hago y digo.
- ¿Por que me tienes vigilado?- Derek resopla y se va hacia la cocina mientras yo niego y lo sigo, él acaba de echar sea lo que se que esta cocinando y tapa la sartén.
- ¿De verdad quieres saberlo?- Pregunta levantando una ceja yo asiento mientras frunzo el ceño, él se ríe sin gracia y me mira fijamente. Yo trago saliva mientras doy un paso hacia atrás por la ferocidad de su mirada.- Desde que acabaste con Deucalion estas muy raro, siempre estás enfrascado en tus pensamientos y cuando crees que no me doy cuenta te conviertes en Alpha, no se si es porque crees tener el poder del Delta o por que hay algo mal en ti.- Se vuelve a girar y apaga el fogón mientras mueve la sartén un poco.- Pero ambos sabemos que ese poder no se pasa así, solo lo obtienen las personas que lo merezcan.- Yo muerdo mi labio mientras salgo de la cocina. No creí que fuera tan obvio, pero es que quería ese poder para mí, quería ser el Alpha de los Alphas. No para nada malo sino por sentirme importante, nunca he sido alguien que se le tuviera en cuenta y con ese poder sería importante. Suspiro mientras froto mi cara y me pongo mi chaqueta.
- Derek me voy a dar una vuelta.- Escucho un gruñido y yo niego mientras salgo a la calle. El frío viento de diciembre me hace temblar ligeramente cosas que me hace suspirar. Espero que esa persona que tiene ahora el poder de Delta sepa usarlo y se vuelva loco como Deucalion. Las calles teñidas de un fino manto blanco por la nieve, cosa extraña aquí, hacen un paisaje digno de pintar. Sonrío mientras veo a las personas que pasean por la calle, casi todo son parejas o gente con demasiada prisa que no se detiene a contemplar nada. Escondo mi nariz en el cuello del abrigo y suspiro mientras una música llega a mis oído. Miro hacia al final de la calle donde las luces de un bar resaltan bastante. ¿Porqué no? Sigo caminando en dirección a ese bar, no soy mucho de ir a esto sitios pero que mejor esto que quedarse en la calle con este frío. Voy hacia la puerta y el vigilante me mira con una ceja alzada, sonrío y saco mi nariz para que pueda verme la cara.
- ¿Necesita mi carnet para saber si soy mayor de edad?- Él me mira incrédulo, y cruza sus brazos en el pecho.
- No creo que este bar sea para gente como tu.- Suspiro y niego mientras miro al gorila, que si quisiera lo tirara al suelo con un empujón.
- Mira grandullón, la tarjeta me quema, quiero gastar pasta y mucha, no creo que a tu jefe le haga gracia perderme.- Él me mira de arriba abajo y se hace a un lado para que pase, le sonrío con suficiencia y dejo mi chaqueta y bufanda en el guardarropas. Voy hacia la barra y me siento mientras miro a toda la gente. Noto aromas varios, así que hay criaturas sobrenaturales, también puedo comprobar que el guardia de la entrada no hace muy bien su trabajo porque hay menores de veintiuno. Una camarera con más pecho que simpatía se para delante de mí mientras masca un chicle con la boca abierta.
- ¿Qué quieres tomar?- Pregunta mientras apoya sus codos en la barra y deja sus tetas de plástico más cerca de mi cara.
- A ti no.- Ella resopla y yo sonrío mientras miro a las botellas.- Ponme un mojito para empezar.- Ella asiente y se gira para prepararlo.- Cargado.- Ella no me responde y yo clavo mi vista en las escaleras que hay, llevan a la zona vip. ¿Que hago yo aquí habiendo una zona vip?- ¿Oye muñeca cuánto hay que pagar para la zona vip?- Ella me deja el vaso y me señala al otro camarero, este debe tener mi edad y parece más competente que la chica. Cojo mi mojito y me acerco a él.- ¿Cuento cuesta una mesa en la vip?- El se gira y me mira con el ceño fruncido.
- No creo que puedas pagarlo.- Dice antes de volver a hacer bebidas, yo resoplo y él me mira de reojo.
- ¿Cuanto?- Pregunto decidido, él hace una mueca y da el vaso a su propietario antes de acercarse a mí y ponerse en la misma posición que la camarera.
- Cien.- Asiento, y sonrío mientras le doy mi tarjeta. Él sonríe coqueto y me la coge antes de coger mi mano para ponerme la pulsera.- Disfruta de tu noche guapo.- Le guiño el ojo y cojo mi vaso de mojito para dirigirme a esa zona. El guardia de mira con el ceño fruncido y yo le enseño la pulsera. ¿Tan raro es ver a un hombre de treinta y cinco años en una discoteca? Él asiente y me deja pasar, yo resoplo y subo hasta una segunda planta, allí hay un balconcito que da justamente a la pista de baile y donde tienes una buena vista. Me siento en uno de los sofás negros y miro a mi alrededor, hay seis más, tres de ellos están ocupados con hombres de la edad de Derek que tienen a chicos y chicas más jóvenes besandoles el cuello. Nuestras miradas se conectan y yo les sonrío mientras levanto mi vaso y ellos me imitan. Doy un sorbo a mi vaso y me acerco a la barandilla mientras miro hacia abajo. Un montón de chicos y chicas bailando restregándose entre ellos. A las chicas dejo de mirarlas rápidamente, últimamente me apetece más los pepinos, y a los machitos también fuera. En mi campo de visión quedan pocos chicos, pocos candidatos, pocos posibles polvos. Suspiro mientras reviso a cada chico para intentar identificar al mejor, pero como si dios me escuchara unos ojos verdes claros se clavan en mí. Un chico que no debe llegar a los dieciocho me mira con una sonrisa mientras que su amigo de color baila con él. Yo le devuelvo la mirada y levanto el vaso saludando, el chico lame su labio y le hago un gesto con la cabeza para que suba. No tarda ni un segundo en despedirse de su amigo y enfilarse hacia la escalera, después de hablar con el guardaespaldas lo deja subir y se acerca un poco sonrojado donde estoy. Alargo mi mano y él la coge, lo empujo sentándolo en mis piernas y pego mi nariz a su cuello, magnífico.
- ¿Cuantos años tienes?- Pregunto sin separarme, él se mueve un poco incomodo y yo me separo para mirarle a la cara.
- Veinte.- Yo sonrío y me acerco a su boca pero sin besarle.
- Ahora dime la verdad.- Le susurro haciendo que nuestros labios se choquen, por su espalda pasa un escalofrío y me mira a los ojos.
- Acabo de cumplir diecisiete.- Suspiro y me separo de él mientras lo miro a la cara.
- No voy hacer nada contigo, sabes en el problema que me metería si...- Él chico me besa sin dejarme hablar paso mis manos por su cintura y lo pego más a mí.
- Mi edad nunca ha sido un problema, mi experiencia sobrepasa eso.- Dice con una sonrisa, yo sonrío y él se acerca a besarme otra vez, mis manos se cuelan por debajo de su camiseta y se acerca pidiendo más.- Liam, me llamo Liam, para que lo sepas.- Me dice mientras se levanta y coge mi mano. Me lleva hasta una puerta roja que hay al final de este balconcito que resulta ser una habitación. Liam sonríe y me hace entrar mientras cierra la puerta.
- Veo que no es tu primera vez en el vip.- Él niega y se acerca a mí mientras me sonríe felinamente. Me siento y él se arrodilla delante de mí.- Tu me puedes llamar Daddy.- Le digo guiñándole el ojo, él sonríe y sube unos segundos hasta mi oreja.
- He conocido a muchos Daddy's.- Susurra antes de lamer mi oreja y volver a arrodillarse entre mis piernas. Baja la cremallera y yo no aparto la mirada de él, saca mi miembro y empieza acariciarlo suavemente mientras suspira cerca de mi glande, su boca caliente baja lentamente por mi tronco mientras yo solo puedo cerrar los ojos, dios mío con el chiquillo. Su lengua entra en juego y yo solo puedo gruñir y gemir mientras marco el ritmo a Liam. Este chico es la gloria, mejor que todos mis anteriores amantes. Sabe como moverse, sabe en que momento acelera y en cual ralentizar, sabe como malditamente subirme al cielo. Muevo su cabeza más rápido cuando siento esa presión en mi bajo abdomen. Lo intento apartarse pero él niega y acabo en su boca con un gemido muy grave y bastante animal. Él sonríe y se relame los labios. Se levanta y yo lo imito saliendo de esa habitación los otros hombres me miran con una sonrisa mientras nos dirigimos a nuestro sofá. Liam se vuelve a sentar en mis piernas y yo sonrío mientras meto mi mano en su pantalón.
- Eres realmente bueno, pero esto se acaba.- Él hace un puchero y yo sonrío.- ¿Quieres que te invite algo?- Él sonríe y yo saco un billete de cincuenta.- Quédate con el cambio.- Él sonríe mientras deja un beso en mi mejilla.
- Un placer trabajar contigo.- Dice antes de irse moviendo sus caderas.- Estoy aquí siempre que quieras.- Dice con una sonrisa antes de bajar hacia la pista.
Una camarera se llevaba mi vaso y le pido algo más fuerte, la noche solo acaba de empezar. Sonrío mientras disfruto de mi whisky mirando la pista desde el sofá. Necesito alguien mas.
- ¿Estas ocupado?- Pregunta una voz melosa a mi derecha, mi sonrisa aparece cuando mis ojos captan esa figura tan magnifica.

ESTÁS LEYENDO
Delta (Steterek)
FanfictionTodo va bien siempre, hasta que aparece una nueva amenaza en el pueblo. La manada Hale se encuentra con un problema que jamás creyeron ver, o al menos no de nuevo. Ambos sabían que después de la muerte de Deucalion alguien fue nombrado como Alpha De...