Jimin.
Que Jimin recuerde, sólo una vez en su vida se sintió incómodo. Y fue porque cuando estaba pequeño, se había caído mientras tiraba las flores en la boda de su tía. Pero de ahí en fuera, nunca volvió a sentir esa rara sensación o algo por el estilo.
Bueno, hasta ahora.
Se encontraba sentado en el comedor de la casa de Jungkook, pues éste le dijo que su madre quería conocerlo.
«El horror...»
La familia de Jungkook consistía en: él, su madre y su hermana (tal parece que el señor Jeon había ido a la misma tabaquería que su padre). La mamá de Jungkook no había llegado y en ése tiempo, el más alto aprovechó para empezar a hacer la cena, dejando a Jimin sentadito en silencio con Haneul.
— ¡Joder! —escuchó exclamar a la chica. La fémina llevaba ya más de quince minutos tratando de pintarse las uñas de la mano izquierda, claramente sin éxito. Ya había manchado varias veces la mesa.
Jimin se empezó a reír, pero paró al sentir la mirada femenina sobre él.
—Ouh...yo te puedo ayudar—ofreció. Haneul alzó una ceja. Aquel niño se le había hecho raro al solo verlo cruzando la puerta. Su suéter (de un morado suave), su complexión (la cual lucía aún más pequeña a lado de Jungkook) y su voz (algo aguda).
Haneul lo había analizado. Pero no dijo nada.
— ¿En serio? —preguntó.
Jimin asintió—. Tengo cuatro hermanas pequeñas, lo he hecho antes—se encogió de hombros y tomó una servilleta, poniéndola bajo la mano de la chica—. Así no se manchará—explicó. Después tomó la mano de Haneul, junto con la pequeña brocha del esmalte. Empezó a pasarla por la uña femenina—. ¿Jungkook nunca te ayudó? —preguntó.
La chica rió—. No, nunca.
Jimin la miró—. Debo ser el único rarito que le ayuda a sus hermanas a hacerlo... ¡inclusive prueban los esmaltes en mí! Algo debe de estar mal conmigo...—rió.
Haneul sonrió—. No, yo creo que eres lindo.
El rubio la volvió a mirar.
Era igual a su hermano.
—Mamá acaba de hablar—mencionó Jungkook, mientras salía de la cocina—, dijo que está en camino y-... ¿qué están haciendo?
Park volvió su vista hacia sus manos, aún sostenía la brochita y la mano de Haneul—. Le pinto las uñas a tu hermana.
— ¿Por qué?
—Porque soy un buen ciudadano.
Jungkook alzó una ceja.
—Además—prosiguió—, dejaste que Joohyun te pusiera cosas en el cabello, déjame pintarle las uñas a tu hermana. Casi acabo.
Haneul rió y Jungkook se encogió de hombros.
Escucharon un auto estacionarse y el chico de cabello negro sonrió.
— ¡Llegó! —exclamó y se encaminó hacia la puerta, abriéndola. Y al hacerlo, una mujer se dejó ver, sonriendo y cargando unas bolsas.
Jimin (quien había seguido a Jungkook) abrió los ojos.
¿Por qué toda la familia de Jungkook tenía que ser hermosa?
Haneul era hermosa, Jungkook era hermoso y por ley su madre también era hermosa.
Y luego estaba Jimin, con su suéter viejo y cabello desarreglado. Sin mencionar su actitud.
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Bittersweet. {kookmin}
FanfictionLas personas no siempre son como aparentan y eso bien se sabe. Sin embargo, es algo inevitable que, cuando vemos a alguien con tatuajes nuestra mente automáticamente piense "vaya delincuente". Siempre terminaremos juzgando cosas y/o personas por sus...