Bittersweet. {kookmin}

XI. We're boyfriends!

Jungkook.

—Entonces... ¿nos tomamos de las manos o algo?

—Uh, creo, sí.

—Bien...creo que es algo así...

— ¿Entrelazamos los dedos?

—Mi hermana hacía eso con su novio, supongo que sí.

—Okay...entonces creo que es algo...

—Así...

—No, Jungkook, estás violando mi mano.

—Lo siento...

Estaban en la entrada del instituto, decidiendo cómo entrarían ahora que eran "novios"(o algún derivado, según Jimin)

Entraron con las manos entrelazadas. Jungkook le sonreía a cualquiera que se les quedaba viendo, compartiendo su felicidad, mientras que Jimin, con su otra mano, les enseñaba el dedo medio. No tenían por qué verles.

Cuando Namjoon les vio, gritó. Seokjin tuvo que palmearle la espalda.

—Entonces—comenzó el Jin—, ¿ya son...?

— ¡Sí! —Interrumpió Jeon—. ¡Somos novios! —anunció, feliz—. Lo cual es muy lindo porque... ¡Jimin es muy lindo! ¡Y puedo abrazarlo cuando quiera y ustedes no!

—Puedo abrazarlo ahora, si quiero—dijo Namjoon.

Jungkook frunció el ceño—. No.

Jimin rodó los ojos y el timbre sonó.

— ¿Beso de despedida? —preguntó Jungkook, con una sonrisa.

—Si quieres—contestó Park.

Se miraron.

—Agáchate...—pidió Jimin.

— ¿Por qué no te pones de puntitas?

—Jungkook...—replicó el más pequeño.

—Jimin—contestó.

—Jungkook.

— ¡Jimin!

—Namjoon.

Jin miró a Namjoon, aguantándose la risa mientras que la pareja los observaba con el ceño fruncido.

—Sólo...agáchate, Jungkook—volvió a pedir.

Jungkook le revolvió el cabello y se agachó, dándole un pequeño beso a Jimin—. Nos vemos más tarde—se despidió.

—Amo ver como tratan de verse como una pareja normal cuando saben que no lo son—mencionó Kim, una vez que él y Jimin se dirigían al salón, la siguiente clase la tenían juntos.

—Nosotros somos una pareja normal...—respondió, frunciendo su ceño en confusión.

—Son todo, menos normales.

—Tampoco es como si quisiéramos serlo, supongo.

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Durante el transcurso del día, cuando compartían clases Jeon y Park, el primero se la pasaba lanzándole papelitos y diciéndole lo lindo que se veía ése día. Jimin, dado que nunca antes se había visto envuelto en una situación similar, no sabía qué hacer.

Le daba las gracias, algunas veces repasaba sus tatuajes e inclusive le contestaba los mensajes en aquellas bolitas de papel, sin embargo, Jungkook era constante.

Y Jimin empezó a sentir que le gustaba.

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—Estaba pensando...—comenzó—, que podríamos salir los cuatro.