Prometo estar Contigo 9

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Prometo estar Contigo

Lita Wellington

Capitulo Nueve "Ultimátum"

Los pronósticos de Masato Sanjouin se hicieron realidad, en el momento que arribo al Aeropuerto Internacional de Incheon con sus hijas, ya tenía diez llamadas perdidas y una docena de mensajes de Diamante Blackmoon, informándole que el "Black Lady", se encontraba en puerto así como todo el embarque intacto, que tuviera unas excelentes vacaciones.

Las niñas quedaron fascinadas con todos los lugares que visitaron como: La Calle de Cultura Tradicional Bukchon-Insa-Dong, el Palacio Gyeongbokgung, la Plaza Gwanghwamun, en este sitio tanto Yumiko como Yuriko se divirtieron de lo lindo al estar jugando con las fuentes en el piso, si su Nana Kasumi las viera, le daba un sincope cardiaco, se mojaron de pies a cabeza, ni se diga de su padre que también se divirtió con ellas, tenía tanto de no hacerlo, aunque sus pensamientos estaban en cierta chica de cabello castaño.

Los días posteriores también visitaron el Palacio Changdeokgung con sus inmensos jardínes, el Santuario Jongmyo, el Palacio de Deoksung donde observaron la Ceremonia de Cambio de Guardia, la Puerta de Namdaemun, así como su respectivo mercado, aquí es donde aprovecharon para comprar algunos souvenirs.

En uno de los paseos nocturnos cenaron en un restaurante tradicional coreano y vieron el famoso Puente Banpodaegyo, disfrutaron un espectáculo de música y luces.

Aunque la visita más deseada era el Parque de Namsan y la N Seoul Tower, el lugar representaba mucho para Masato fue el último sitio que visito con su esposa Naru y el clima veraniego era ideal para las niñas.

- Papá, en nuestro próximo viaje podría venir la Srita. Kino con nosotros – pregunto la pequeña Yumiko.

- Si ella quiere venir con nosotros, claro que lo haremos – Masato le sonrió a sus hijas.

Las niñas se alegraron por la respuesta y así continuaron su paseo, para llegar a Seoul Tower tenían que transbordar el teleférico, Masato le había prometido a su esposa que sus hijas serían felices y evitaría que fueran infelices, por eso se desvivía por ellas.

Al llegar a la torre, vieron infinidad de turistas tanto nacionales como extranjeros, eligieron uno de los restaurantes para comer y las niñas pidieron malteadas de chocolate el sabor favorito de su mamá y ahora de ellas.

= o =

Mientras tanto en Japón

La situación en la Naviera Millenium no era nada agradable, Diamante Blackmoon llego con un humor de los infiernos, detrás de él venía su hermano Zafiro quien le sonrió a la asistente de su hermano.

- No quiero que nadie me moleste – Diamante le grito a su asistente – aunque sea el Primer Ministro.

- Entendido Sr. Blackmoon – respondió la joven que temblaba de pies a cabeza.

- Hermano, me puedes explicar ¿Por qué tanto alboroto? – Zafiro cerró la puerta de la oficina de su ya malhumorado hermano para después tomar asiento enfrente de él.

- Eres un imbécil Zafiro – gritaba Diamante colérico.

- Espera, en primera no me trates como tus empleados – contesto a la defensiva Zafiro.

- Te lo diré y usa tu cerebro aunque sea una vez en tu miserable vida – Diamante golpeo su escritorio con ambos puños – el embarque del "Black Lady" fue robado, ahora si tenemos la soga al cuello, Wiseman será implacable sino le entregamos su armamento de contrabando.

La puerta de la oficina se abrió sin previo aviso entrando un hombre y una mujer de trajes oscuros y portafolio en mano, atrás de ellos venía la asistente de Diamante más blanca que una hoja de papel.

Zafiro se apiado de la joven y le ordeno que se podía retirar que el día de mañana se presentara con normalidad, ella no lo pensó ni dos veces, tomo sus cosas y se dirigió al elevador con rapidez antes de que cambiaran de opinión del permiso concedido, antes de que las puertas del elevador se cerraran se despidió con una reverencia del hermano de su neurótico jefe.

Antes de regresar con su hermano y los invitados incomodos, reviso que nadie estuviera en el piso y volver a la oficina de Diamante.

- Sr. Blackmoon, le agradezco su amabilidad de recibirnos mi nombre es Seijuro Ginga y mi acompañante Natsumi Ginga, representamos al Sr. Wiseman.

- ¿A que debo el honor de su visita? – Diamante tanteo el terreno que pisaba - ¡Qué descortesía de mi parte!, por favor tomen asiento, desean algo de beber

- Muchas gracias, pero estamos en horas de trabajo, además no tardaremos, nuestro cliente el Sr. Wiseman, solicita la entrega inmediata de su embarque, sabemos de buena fuente que ya está en el Puerto de Kawasaki – informo Natsumi Ginga

- Comprendo – tomando el control de la situación Diamante – le pueden informar al Sr. Wiseman que su embarque lo tendrá el domingo como quedo pactado por favor.

- Perfecto Sr. Blackmoon, en ese caso nos retiramos que pase una buena tarde – Seijuro Ginga se levantó de la silla y se despidió de ambos hermanos seguida de su colega.

Estando solo los hermanos Blackmoon, Diamante se acercó al ventanal de su oficina, Zafiro se sirvió un vaso de oporto para calmar los nervios de la visita, después se fue a reunir con su hermano y ver el panorama de la ciudad.

- Ahora ¿Quién es el imbécil? – Zafiro sonrió con sarcasmo y bebió del oporto - ¿cómo vas a conseguir las armas?

- Hermanito, hermanito, mientras tú vas, yo ya regrese dos veces, lo tengo solucionado – Diamante tomo su celular y marco un teléfono.

- ¿Qué pasa Diamante? – se escuchó la voz de un hombre

El peli plata acciono el altavoz para que Zafiro no perdiera detalle de la conversación que estaba en ese momento, aunque no fue del agrado del menor de los Blackmoon.

- Rubeus, con la novedad que si vamos a necesitar lo que te pedí hace unos días – dijo Diamante mientras continuaba viendo la ciudad.

- Claro que sí, tú mandas y ordenas, somos familia y estamos para ayudarnos, tú dime ¿dónde hago la entrega?, por cierto salúdame al inútil de mi primo – una risa socarrona se escuchó del otro lado de la línea.

- Claro yo le daré tus saludos, más tarde te envió los datos con la información lo necesito para el sábado – Diamante termino la llamada.

- Ese malnacido, siempre sacando provecho – Zafiro se atragantaba con su propia bilis y el vaso quedo hecho añicos en una de las paredes de la oficina – ahora ¿Cuánto va a costar sus servicios?, porque no lo hace gratis el cabrón.

- Lo suficiente para salvarnos el pellejo – finalizo Diamante.

Continuara...

Por fin termine este capítulo antes de que terminara Enero y no atrasarme con todos mis trabajos prometidos de este 2018, en verdad me costó un poco de trabajo realizarlo, sé que es algo corto a diferencia de los capítulos anteriores mil perdones.

En realidad este capítulo iba a tener otro concepto y de última hora quise darle un espacio a Diamante y Zafiro Blackmoon, así como Anne y Allan de Sailor Moon R.

Seijuro Ginga (Allan y Stephen Alfa), Natsumi Ginga (Anne y Melisa Alfa).

Lita Wellington.

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