VI

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HoSeok sacó su teléfono de su mochila y presionó la pantalla. Buscó sus llamadas recientes y ahí salía el número de JiMin. Tomó aire y presionó el contacto. Puso el altavoz y se escucharon los pitidos.

— Uno... — YoonGi contaba cada pitido. — Dos... Tres... Cuatro... Cinco... Seis... HoSeok — habló después del sexto pitido —, creo que deberías col—

— ¿Hola? — Una voz adormecida al otro lado de la línea interrumpió a YoonGi allá por el séptimo pitido.

— JiMin, soy HoSeok, sólo quería saber cómo te encontrabas.

— Sí, ¿qué tal tu dolor de cabeza? — Corroboró YoonGi.

— ¿Dolor de cabeza? — Murmuró el chico. — Ah, sí, ya. Estoy mejor.

— ¿Mañana podrás venir? — JiMin gimió de dolor, todos intercambiaron miradas. — ¿Estás bien?

— Sí, estoy bien. — Contestó con un hilo de voz, como si tratase de aguantar sus sollozos. — No podré ir. Creo que es gripe o algo.

— ¿Gripe en primavera? — Susurró YoonGi.

— Está bien, ¿mañana te llamo?

— Vale. Adiós HoSeok, adiós, YoonGi.

— Adiós JiMin. — Dijeron los nombrados al mismo tiempo, HoSeok colgó y se desplomó en los brazos de YoonGi, mirando a NamJoon.

— Sí se le notaba mal. — El menor de todos se rascó la nuca. — Y yo tampoco me creo lo de la gripe. — Suspiró y palmeó el muslo de HoSeok, que lucía como un niño asustado por el monstruo del armario. — Pero HoSeok, no podemos hacer nada. Si él no quiere decirte, no le obligues.

— No le obligo, NamJoon. — HoSeok se levantó. — Chicos, iré a estudiar.

— Dijiste que llevabas bien el tema. — Se quejó YoonGi.

— Y lo llevo bien, pero necesito estudiar si no quiero volver a repetir cursos. — Se encogió de hombros. — Os veo mañana, chicos, adiós. — Hicieron su típico saludo de manos y HoSeok se fue hasta su coche. Lanzó su mochila al maletero y lo cerró, para después abrir la puerta del conductor y sentarse, apoyando la cabeza en el borde del volante y soltando un largo y cansado suspiro.

Por su mente sólo pasaban las heridas del chico, grabadas a fuego en su mente para torturarse a sí mismo. Tenía horribles cortadas en sus muñecas, nadie debería pasar por aquello. Sabía que había que estar hecho mierda por dentro para herirse así.

Arrancó el coche y condujo sin ganas. Quería dar un paseo y aclarar sus ideas a solas con el sonido del motor.

Inconsciéntemente llegó al lugar donde se despidió de JiMin, y al reaccionar, como gato curioso, decidió volver a girar la esquina.

La curiosidad mató al gato, decían.

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Un ruido martilleaba la cabeza de JiMin, que al no soportar más el sonido, despertó.

Su celular sonaba y cogió la llamada.

— ¿Hola? — Su voz salió adormecida. Se acurrucó más en su almohada mullida.

—JiMin, soy HoSeok, sólo quería saber cómo te encontrabas. — Una especie de sensación agradable recorrió su cuerpo al escuchar su voz.

— Sí, ¿qué tal tu dolor de cabeza? — Escuchó la voz de YoonGi. ¿De qué hablaba?

— ¿Dolor de cabeza? — Murmuró. ¿Cuándo dijo algo sobre un dolor de cabeza? — Ah, sí, ya. Estoy mejor. — Mintió mientras buscaba una posición en la que su cuerpo estuviese cómodo.

Beautiful - HopeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora