Beautiful - Hopemin

XI (Final)

Es un final triste, no lo leáis si no os gustan, y si váis a leerlo, agarrad los pañuelos (yo lloré escribiéndolo, socorro x"d <3)

» ¿HoSeok? HoSeok, ¿qué ocurre?

- ¿Por qué piensas eso de ti? Bebé, eres hermoso. - JiMin comenzó a sentirse mal por poner triste a HoSeok.

- Lo siento.

- Te quiero, JiMinie, te quiero mucho. - HoSeok capturó el labio inferior de JiMin con el suyo y el chico, sumiso, se dejó besar; cerrando sus ojos. - Eres bellísimo. - Se separó para atacar su cuello y dejar una pequeña marca, dejando después repetidos besos rápidos que hicieron a JiMin reír por las cosquillas. Teniendo a chico a horcajadas de él, agarró su espalda baja y su nuca y lo tumbó en el colchón. - Duerme un rato, mi vida. - Dejó un casto beso en su frente, lleno de cariño. - Te dejaré descansar, ¿sí? - Se iba a apartar, pero el chico le agarró de la muñeca.

- HoSeok, quédese. - Obedeció y se tumbó al lado de su pequeño hasta que se quedó dormido. Observó la figura de JiMin mientras le acariciaba la mejilla. Estaba perdiendo más peso cada día e ir al médico era urgente. Sus costillas comenzaban a marcarse y había perdido por completo sus cachetitos abultados. Estaba más pálido que YoonGi y se maldijo a sí mismo por no poder estar ahí con él, evitando que vomitase cuando estaba ausente. No servía que YoonGi le mencionase sobre ir al hospital y segregarle suero en vena, él acababa llorando diciendo que era incapaz de comer bien.

El pensamiento de la boda de su padre le llegó a la cabeza y maldijo en voz baja, separándose de JiMin y corriendo a por su celular.

Marcó el primer número que tenía en su lista de contactos y suspiró mientras esperaba.

- HoSeok. - Saludó animado.

- Joon, dime que tu padre va a la boda.

- Sí, claro que va, tu padre ha invitado a todos los empresarios que conoce.

HoSeok suspiró de alivio. - Tú irás.

- ¿Yo? ¿Yo por qué?

- No dejaré que mi padre elija mi futuro, ¿bien?

- ¿Que has pensado, cabeza de chorlito?

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JiMin, como otra mañana más, recogía el apartamento de HoSeok. No quería salir y a pesar de pedirle ir al instituto con él, se negó.

Limpiando su cuarto se encontró con una libreta negra y a pesar de que quiso dejarla en su sitio y seguir limpiando, le intrigó y la abrió.

Estuvo leyendo todo lo que había escrito por horas. Hermosos poemas con metáforas increíbles estaban escritas a mano con una a veces linda caligrafía. Algunas letras eran tristes y pensar que aquello lo pudo haber escrito HoSeok le rompía el corazoncito; le dolía mucho vele triste.

Quería venderles humo y les vendí granizo
Tan fresco mentalmente que me criogenizo
Sin pelos en la lengua estoy rizando el rizo
Antes hacía el amor, y el amor me deshizo

Cuento cada segundo como un reloj suizo
Prepara el fin del mundo que yo me organizo
Podrás rapear muy bien, pero no estás esquizo
Tú escribes en tu cuarto y yo me descuartizo

No hay naturaleza en mi arboleda
Pídeme cervezas, que certezas no me quedan
He perdido el hilo pero el alma aún se me enreda
Por fabricarme alas entre gusanos de seda