Sal rota

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Huele a sal. A mar. A sueños rotos. Huele a aquella intención que quiso salvarme, pero no lo intentó lo suficiente.

Huele a sal. Huele a antiguo. Como esas piedras, agonizantes en medio del océano, que cuando ni tú ni yo estemos ya aquí, cuando la hierba de nuestro jardín crezca sin control, cuando los chavales se escondan entre las ruinas de nuestro hogar, cuando seamos solo un nombre viejo escrito en tinta de aire en la historia, cuando nadie se acuerde de nada de lo que hicimos; entonces esas piedras ya no estarán. Serán esa sal. Esa sal a la que huelo, y que una vez fue piedras cuando nosotros aún no habíamos llegado. Y ahora hacemos como si fuésemos los primeros, o los más importantes, pero, ¿somos algo para la historia? Seguro que aquellos que vinieron antes, entre cuyas cenizas caminamos hoy, y que vieron todavia las piedras; seguro que esos también se pensaron los primeros. Pensaron que el mundo era suyo, para vivirlo y arrasar por él. Pero nadie se acuerda de nadie, al igual que nadie se acordará de mi, o de ti; y el mundo es del mundo solamente. No intentes atraparle ni exigirle, porque la verdad no pertenece a nadie ni a todos.

Y nos pasamos la vida preocupándonos por cosas que a nadie le importan, en una historia que no nos recordará, comprando cosas que acabarán convertidas en polvo y haciendo de todo para ser aceptados por gente que comete nuestros mismos errores y que tampoco son eternos sino que te acompañarán al fondo de la tierra, cuando tu alma ya no pueda ni salir y estés tan atrapado que ni los gritos de tu ira traspasarán la fuerza indomable del tiempo.

Nos creemos algo. Nos creemos importantes. Pero una gota en el océano no importa.

El éter nos recordará a todos quien gobierna. El tiempo, inexorable e infinito. Nada le es trascendente, y nada le inmuta.

Pero adelante, sigue complicando tu vida para nada, olvidando a dónde te lleva esta marea, como si todo fuese a pasar en el suspiro de una llama.

Hueles a sal. A antiguos sueños, de personas que ya no miran a tus ojos. Hueles a final.

Todo va al mar, y del mar todo volverá, y es que la vida es un círculo que nos atrapa, nos lleva y nos trae, nos zarandea y nos absorbe pero jamás nos soltará.

Huele a sueños rotos.

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⏰ Last updated: Aug 27, 2018 ⏰

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Recuerdos de una mareaWhere stories live. Discover now