Capitulo 32

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TERESA
31 Diciembre 1944

En un pestañeo ya estábamos en año nuevo. Ya era de noche y los fuegos artificiales se escuchaban desde la ciudad. El año de 1944 se iba y 1945 llegaba con más fuertes expectativas de muerte. Lo peor de saber que vas a morir es que ya estás en el infierno, y que a cualquier momento la muerte llegará de manera brutal.

Harry ha sido frecuente en sus visitas, a veces me lleva a su casa y me da algo para comer, pero en verdad no consigo más hacerlo. Me siento tan débil que me duele el estómago cuando lo hago.

"Ven, vamos" Dijo haciéndome levantar lentamente de mi litera.

"¿No es peligroso?" Pregunté. Él suspiró y asientió.

"Por eso iremos por atrás" afirmó y yo le seguí. Caminamos silenciosos cerca a la gran valla eléctrica y al enorme lago, mejor dicho, cementerio.

"He visto a Lea" Dije así que llegamos a su habitación. Harry me miró confuso. "Estos días me tocó limpiar las cámaras de gas y vi lo que parecía ser su cuerpo." Suspiré. "Ella estaba enferma y se la llevaron, creo." él se sienta a mi lado y me abraza.

"Te a.." empieza pero lo interrumpo.

"¿Cómo puedes amarme?" Pregunto con el ceño fruncido mirándolo a los ojos. "¡Mírame! Si me doy asco a mi misma. Estoy sucia, delgada y enferma... ¿Cómo puedes tráeme aquí? ¿Cómo puedes dejar que duerma contigo?" Él se pone delante de mí.

"El amor supera cualquier cosa, Teresa. Aunque tu ves todas esas cosas malas, me transmites paz. Te amo desde la primera vez que te vi en aquel vagón, y eso es incuestionable porque ¿Quién puede explicar el amor?"  Dice y sigo en silencio. "Nadie lo puede explicar."

Él se levanta y me abraza, juntos nos tumbamos en su cama, yo apoyando mi cabeza en su pecho.

"Tengo miedo." Digo y el niega con la cabeza.

"Ten esperanzas. El miedo no ayudará en nada." Pongo mi cabeza en la curvatura de su cuello, sintiendo su maravilloso olor. Siento las manos de Harry en mi espalda, atrayéndome mas hacia él.

"No te cambiaría por nada, Harry." Digo mirando a sus ojos y me besa. Sus besos intensos y dulces jamás los olvidaré. 

Él se sienta apoyando su espalda en la cabecera de su cama y siento un enorme placer cuando sus besos van bajado hacia mi cuello. Cuando me doy cuenta, ya estamos ambos desnudos, el uno preparado para el otro, listos para entregarnos completamente.

"De esta vez no te dolerá." Dice quedándose encima de mí y abriendo cuidadosamente mis piernas.

Sus besos vuelven a mi boca mientras sus manos me acarician la barriga, poniéndome la piel de gallina. Yo acaricio su pelo, que para mi, es el mas suave y sedoso del mundo.

Harry entra en mi, haciéndome arquear la espalda. El placer es tan grande que me hace sentir completa. Él muerde mis labios intentando impedir los gemidos y la sensación es inexplicable.

El hombre al que tanto amo ahora me hacía suspirar de tanto placer al entrar y salir tan fuerte dentro de mi.

"Te amo. Pero por ahora solo puedo demostrártelo así, discúlpame." Dijo cuando sentí su líquido dentro de mi. En seguida se acostó a mi lado, jadeante.

Sonreí y el él me abrazó, haciendo que nuestros cuerpos encajaran perfectamente.

Con su dedo pulgar empezó a acariciar mi cuello hasta que me quedé dormida.

...

572 palabras.

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