Capitulo 30

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TERESA
25 Diciembre de 1944

Creo que para Harry fue inevitable besarme en aquel momento. Era exactamente lo que haría si él no se me hubiese adelantado.

Llevé mis manos a su pelo y apreté algunos de sus mechones, él empezó a besarme de manera más salvaje y rápida, ese era un momento que no quería que se acabase: un beso de dejar sin aliento, una ocasión solo nuestra... hacía que me olvidara un poco que estábamos en un campo de concentración, lejos de mi familia y sin saber cuánto tiempo más lograría estar con vida.

"Te amo mucho Teresa, demasiado. No me dejes." Dijo separando nuestros labios, su rostro cargaba una expresión tranquila, sus labios estaban rojos, más de lo normal.

"Pero esa es mi frase..." Protesté acariciando su rostro. Tenía razón, Harry era superior a mi y podría dejarme, en cambio yo, era totalmente dependiente de él, de sus besos, de sus abrazos, de su olor, de su calor, Harry con pequeñas palabras lograba complacerme, o con el simple hecho de mirarme. Él me sonrió y me dio un pequeño beso.

"Si depende de mi," Empieza a decir mientras me carga con sus manos en mis muslos y yo entrelazo mis piernas en su cintura. Esa demostración de afecto era totalmente nueva para mi, pero me gustó. "jamas te dejaré, si depende de mi... esos idiotas nunca me separarán de ti." dijo sentándose en la cama, haciendo que yo me quedara con una pierna a cada lado suyo. "Si depende de mi, nos casaremos ¿sabes donde? En los Estados Unidos" declaró y yo solté una carcajada ahogada en su pecho.

"Te amo." Dije acariciando su mejilla, luego sus labios. "Discúlpame por tardar tanto en descubrir eso." Él me calló con un beso.

"Lo importante es que ya lo sabes, y que jamás permitiré que alguien nos vuelva a separar." Dijo y sonreí. Harry es increíble, es increíble lo que consiguió hacer conmigo, dejarme feliz, hacerme sonreír en medio al infierno físico.

Me acostó y se quedó entre mis piernas, luego empezó a besarme.

"¿Alguien ya te ha tocado, Teresa?" Preguntó mirándome fijamente a los ojos. Verde en el castaño.

"¿Q-que? No." Dije con vergüenza, visiblemente alterada. Él sonrió de lado.

"Estaré feliz en ser el primero" empezó "claro... si tú quieres..." se pasó la mano por el cuello.

"Yo quiero." Harry sonrió radiante y volvió a besarme. Ahh, sus besos... hasta en mis últimos días de vida me acordaré de ellos.

Él cuidadosamente empieza a desabrochar los botones de mi 'uniforme'. Yo ya no estaba tan delgada, él siempre que podía me contrabandeaba algo de comida.

"Harry... deja de mirarme." Me cubrí los pechos y él sonrió.

"Teresa, eres hermosa." Me quita las manos de allí y empieza a besarme el cuello cariñosamente. Yo llevo mis manos a su pelo y empiezo a acariciarle. Mi boca se abrió involuntariamente por tanto placer.

Él se desabrochó el uniforme dejando su torso desnudo. Volvió a besarme en los labios mientras mis manos temblorosas acariciaban su bien definido pectoral. Suspiro y él me da un ligero beso en la mejilla.

Seguidamente se quita los pantalones dejando a la vista su gran volumen. Desvío la mirada de allí cuando noto que él me mira. Harry es quién me proporciona sensaciones nuevas a cada momento, siento que él me da fuerzas, me da esperanzas. Él vuelve y me quita la parte de abajo del uniforme, quedándome solo en bragas. Empieza a besar mi barriga y va bajando hasta que se detiene y me mira como pidiendo permiso.

"Hazlo..." Digo y él asiente quitándolas, luego vuelve a besarme en los labios mientras se quita los calzoncillos.

En este punto, estábamos totalmente desnudos encima de su cama solo con la luz parpadeante de la cocina y la luz de la luna, que insistía en entrar a través de las cortinas de tela. Yo apenas sabía, pero ese era el momento que siempre soñé. Entregarme totalmente al hombre al que amo.

"Harry..." Dije mirando hacia arriba mientras él besaba mi cuello y dejaba chupones. Él me miró a los ojos. "¿Duele?" Pregunté, con cierta timidez e inocencia. Suspiró y abrió mis piernas, colocándose entre ellas.

"Si Teresa, duele." Dijo. "Pero tú confías en mi ¿cierto?" Asentí rápidamente.

"Confío" afirmé y él sonrió angelical. Mi ángel.

"¿Estás segura de que es esto lo que quieres?" Preguntó y volví a asentir.

Entonces él coge su miembro y lo pone tranquilamente en mi entrada. Siento como si un cuchillo me atravesara el cuerpo y al instante cierro los ojos con fuerza.

"¿Teresa? ¿Amor?" Dijo y abrí los ojos intentando parecer normal. "¿Quieres que pare?" Negué.

Entonces se colocó encima de mí, y apoyando sus codos una a cada lado de mi cara, empezó a hacer movimientos de entra y sale, juntamente con las expresiones de placer en su rostro.

Los lindos ojos verdes de Harry y nuestros cuerpos tan cerca me causaron una fuerte onda de placer. Llevé mis manos a su pelo y empecé a acariciarle, aún tenía los ojos llorosos. La sensación de un malestar seguía, pero era por una buena causa. Me estaba entregando a él.

Me centré en sus expresiones, él se controlaba y gemía bajito. Para mi todo era lento y mudo. Creo que mi expresión era neutra y probablemente parecía que mi cuerpo estaba muerto, sin demonstrar nada. Yo quería sentir el placer, pero si Harry lo sentía para mi ya estaba bien. Solo el hecho de que él estuviera bien ya me gustaba.

Entonces siento algo dentro de mí y Harry cae a mi lado jadeante.

"Disculpa..." dice apoyándose con el codo.

"Shhh, está bien." hablo y él me tira hacia su pecho. Allí me acomodo y me siento protegida, como si nada pudiera afectarme.

"No ha sido esta vez Teresa, disculpa mi amor..." Esas fueron las últimas palabras que escuché de Harrry antes de rendirme al sueño.

...

994 palabras.

1. DISCULPEN POR EL PÉSIMO HOT.

2. No os olvidéis de darle mucho amor

3. Nada :)

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