Stay Me

Cuatro

Era el aniversario de vida número cuatro de la pequeña Louise, sus amigos corrían de un lado a otro por toda la casa, unos más estaban sentados dedicándose a probar todos los dulces que había en la mesa de dulces, los padres de los niños se encontraban conversando unos con otros, otros estaban regañando a sus hijos por el mal comportamiento que estaban mostrando y otros más estaban simplemente sentados esperando a que algo saliera estrepitosamente mal para poder tener tema de que hablar, y la pequeña Louise se encontraba "jugando" con su grupo de amigas pues no quería que supieran que la estaba pasando demasiado mal, ninguno de sus padres se hablaba, ninguno le hacia caso, cada vez que estos dos se cruzaban se miraban con ganas de salir huyendo y no ver el rostro del contrario nunca más, la pequeña sólo espera el momento donde los gritos reinarán toda la sala de estar. El día paso sin inconvenientes a pesar de los ya antes mencionados, la pareja se encontraba al borde de una discusión típica de todos los días -Lo ÚNICO que te pido y lo ÚNICO que haces mal, ¿qué no puedes hacer nada bien? -le reclamaba la mujer a su esposo -¿Que no tienes respeto por tu familia? Te repetí mil veces que por respeto a tu hija no invitaras a esa..... Pero parece que a ti solo te entro por una oreja y salio por la otra -furiosa era poco a como se sentía la mujer al descubrir que su esposo había invitado a su amante a la fiesta de su hija -Te dije que solamente es una compañera de trabajo y quería ver a la niña, le había comentado que iba a ser el cuarto cumpleaños de mi niña y quiso venir a felicitarla, solamente -respondía el padre tratando de sonar convincente él bien sabía que tendría problemas por esa mujer pero aún así termino asistiendo a la fiesta -Pues si verdad, una "compañera" de trabajo, ¿en qué te ayuda? En abrir las piernas para hacerte el trabajo más fácil -Dijo la mujer con sarcasmo y cierto odio en su voz -Pues que buena ayuda he! Así le hace el trabajo más fácil a todos -Seguía diciendo la mujer llegando al borde de su paciencia -¿A cuántos más "ayuda"? Porque me he de imaginar que es una "compañera" muy solicitada en toda la oficina, ¿o me e... -El sonido de golpe y la sensación de dolor y calor en la mejilla de la mujer hizo que se sorprendiera y guardara silencio al mismo tiempo -No vuelvas a insinuar que ella es una cualquiera porque no es así, es una excelente amiga y compañera y si, puede ser muy solicitada por su esfuerzo y dedicación al trabajo así que no le vuelvas a faltar al respeto porque gracias a ella estoy donde estoy -Dijo el padre totalmente furioso y sacado de sí, mientras que la mujer tenía sus manos sobre su mejilla a causa del dolor y la sorpresa del golpe dado por su pareja, pero aún así la mujer no se guardo sus comentarios pues ese simple reproche hizo que terminara por agotar su paciencia -Ósea que YO no le puedo faltar el respeto a esa... Pero TÚ si le puedes faltar el respeto a TÚ FAMILIA! -La mujer comenzó a aplaudir previendo lo que se vendría a continuación -¿Pues sabes qué? Agarras tus cosas y te me largas de este casa, mientras le faltes el respeto a tu hija, porque por mi no hay problema, a mi no me afecta en nada lo que me digas o lo que pienses pero si le empiezas a faltar el respeto así a tu hija no me quedaré callada, así que agarra tus cosas y largate con tu "COMPAÑERA" -Dijo totalmente furiosa y decidida, sin pensar en los problemas que eso causaría -Pues me largo! Y no pienses que regresaré nada mas porque la señora se arrepintió de sus comentarios -Contestó el hombre tomando su maletín y un abrigo que tenía a la mano dando un buen portazo al salir.