Stay Me

Uno

Me encuentro encerrada en el closet de la oficina de mi madre aterrada, de nuevo están peleando mis padres

-¡Muerete! -escucho decir a mi madre

-¡Callate, Idiota! -responde mi padre

quiero detenerlos pero mi cuerpo no se mueve por mas que intente, primero son insultos después golpes, escucho claramente la bofetada que seguramente lanzó mi padre

-¡Ojalá te mueras! -grita mi madre en llanto

Escucho como tira algo, algo grande y antes de escuchar el estruendo logro mover mi cuerpo y abrir las puertas del closet para ver en cámara lenta como uno de los jarrones favoritos de papá cae sobre él

-¡Papá! -

*Sonido de Alarma*

Me despierto agresivamente y con lágrimas en los ojos, poco a poco siento el nudo en la garganta seguido de las lágrimas que rápidamente caen por mis mejillas, me quedo paralizada unos momentos antes de reaccionar, otra vez ese sueño, no lo había tenido desde hace años; el recuerdo de la pelea de mis padres es algo que me atormentó durante años hasta que me llevaron con un psicólogo y "Pude superar" ese sueño.

Me limpio las lágrimas, me levanto y dirijo a la ducha para darme un baño para poder relajarme un poco más y poner mis ideas en orden. Terminando me voy de vuelta al cuarto para tender la cama y terminar de arreglarme

-¡Louise! -escucho a mi madre -¡Baja o llegarás tarde! -añadió

-¡Enseguida bajo mamá! -le respondí calmada mientras terminaba de arreglar mi cabello

Esta vez sólo lo cepille, no tenía muchas ganas de arreglarlo diferente. Tomo mi bolsa, mi mochila y me dirijo a la cocina

-Buenos días hija -dice mi madre en cuanto entro a la cocina

-Ohayo, Oka-la saludo en japonés como es costumbre mía.

Aunque mis padres sean de origen coreano y por ende mi lengua materna es el coreano, siempre me atrajo más el japonés porque para mi se me hace más fluido y completo. El desayuno transcurre normal como cada mañana

-Que te valla bien hija -oigo a mi madre decir desde la puerta de entrada

Me despido con una sonrisa para después caminar en dirección del instituto, el cual no esta muy retirado de mi casa pues solamente me demoro quince minutos en llegar; muchos pensarán que como mi familia es de origen coreano vivimos en Corea, pero no es así, en cuanto le dieron mi custodia legal a mi madre decidió mudarse a Japón, ¿Por qué? No lo sé, nunca he sabido el porqué mi madre quiso mudarse a Japón en lugar de su país de origen, pero no me quejo, Japón es un lindo lugar. Cuando menos lo espero ya estoy en la entrada del instituto.

-¡Ohayo Dae-San! -escucho una voz algo aguda gritar desde atrás, me giro, y si, como lo esperaba es Ayane Arakawa

-Oha -respondí

-Te ves muy linda Dae-San -¿porqué me sigue llamando Dae?

Aún no me puedo acostumbrar que me llamen por mi apellido

-Ya te dije que me puedes llamar Louise, Ayane -creo que esta es la quinta vez que le digo en la semana