Un Juego Lujurioso

396 21 9
                                    

Advertencia: Este capítulo tiene ¿un poco de sexo ligero?, lea bajo su propio riesgo.

Hace poco, estamos hablando de segundos, ella parecía tan avergonzada como una niña pequeña. Una pequeña niña avergonzada por ser atrapada por su hermano, que la ha encontrado comiendo el postre antes de la cena. Alison se vio muy adorable e inocente de ese modo. Con sus mejillas rojas por la sangre caliente que subió hasta su cara. Con sus labios pintado de un color rojo carmín que contrastaba con su piel pálida. El como bajó su cabeza y pasó sus manos por su cara, como queriendo quitar todas las emociones que hace poco demostró, pero no sabiendo que ya yo las había descifrado cada una de ellas. Una felicidad creció en mí al ser testigo de esto, por ser la causante de tal imagen que admiraban mis ojos y es que no parece haber capas y capas de una Alison que no era ella y que me costaba quitar cada vez más, sino que es la chica detrás de todos esos muros. La chica que construía otro nuevo cuando se sentía amenazada o con miedo.

 Sus ojos azules tapados por sus manos dejaron de estarlo, y se dirigieron a mí. Ha cambiado, pero no se ocultaba, las palabras: «¿''Quieres jugar ¿No?''» . Salieron suaves y con un tono particular, uno que pocas veces he escuchado de sus labios. Con pasos lentos llegó hasta donde me encontraba, en el sofá modular, la rubia me miró fijamente y eso provocó un nerviosismo enorme en mi cuerpo. Nada extraño en mi, claro. Alison sonrió apenas y no esperaba respuesta o permiso para hacer las cosas, nunca las ha pedido que yo sepa. Se subió en el sofá y con sus brazos rodeó mi cuello, prácticamente estando encima de mí con una mirada retadora pero a la vez juguetona. Mis ojos no paraban de mirar los suyos en todo este tiempo, y mi cuerpo ya comenzaba a calentarse por el calor que desprendía ella y por toda esa cercanía. Intente hablar pero de mi boca no salía ni una sola palabra, carraspeé un poco e intente de nuevo.

—¿Qué haces?—Le pregunté con mis voz acelerada. Lo que antes me parecía tierno y hasta divertido ha dejado de serlo, parece que ha sido reemplazado o tapado por una neblina bastante densa. Alison Ladeó su cabeza a un lado y mostrando su característica sonrisa con hoyuelos acercó más su cara hasta chocar su frente con la mía. Cerró sus ojos y respiro lentamente.

—Estoy jugando.—Responde contra mi boca.

—¿Qué clase de juego estás jugando?

—Uno en el que tu pierdes.—Su pequeña risa contagiosa hizo que también sonriera. ¿Cuando inicio este juego?, porque parece que estoy perdiendo desde su inicio sin darme cuenta. 

—No me gusta perder.

—Tengo curiosidad por saber quién ganará esta vez.—Separándose de mí, se sienta, encima de mis piernas y con su mano derecha comenzó a bajar lentamente desde mi pecho hasta mi pantalón, pasando cada botón con su dedo índice, pero sin desabrochar nada. Sentí como me quitaban todo el aire, y empecé a decirme a mí misma que esto debe de ser como lo que siempre sucedía en el baño, la diferencia es que aquí la puerta desapareció y no tendríamos que separarnos abruptamente por el desconocido.

Alison espero a que yo le diera una respuesta y como no lo hacía por estar sumergida en mí, desabrochó el botón de mi pantalón y bajó la cremallera fácilmente. Antes de que hiciera otro movimiento la detuve, agarrando sus manos inquietas.

—¿No crees que vas muy rápido?, hace poco me acabas de decir que me aleje de tí.

Ella se soltó de mi agarre de un jalón y se acomodo su cabello por detrás de los hombros. Mi pregunta no parece molestarle, pero si respiro hondo y no me miró, bajó la mirada hacia sus manos. 

—Sé que no lo harás, y por esa misma razón he decidido que lo voy hacer yo, ya que no quieres entender el peligro que corres.—Hace un pausa y levanta su cabeza para mirarme.—No sé qué me haces sentir, ni siquiera sé qué sentimientos tengo por ti, lo único que sé, ahora, es que quiero estar contigo por última vez.—Sus ojos tienen brillo propio y esa respuesta se escuchó tan sincera y seria a la vez. Ya tan rápido hizo que mi corazón se apretujara sin piedad. No sé si haya alguna respuesta para eso en mí, pero tampoco quería quedarme callada y esperar a que se escapara de entre mis manos, aunque literalmente está sentada encima de mí, pero aún así siento como se aleja poco a poco y yo me quedo en el fondo del túnel paralizada sin hacer nada.  

El Verde Es Sólo Un Color  *(EMISON)*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora