🐰NICO ENFERMA🐰

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Las semanas fueron pasando hasta que se cumplieron cinco aproximadamente, Serena estaba molesta, triste, histérica ya que hace una semana Seiya había partido a un viaje de negocios y no podía llevarla ya que era algo peligroso y él jamás jamás pondría en peligro la vida de la rubia, pero eso ella no lo entendía, solo pensaba que ya no le importaba al azabache y que él ya no volvería

Estaba tan irritable que no podían ni mirarla porque enseguida lloraba o explotaba en gritos y pucheros incesantes que a más de uno ya lo estaban atormentando, no quería jugar, cantar, bailar, hacer dibujos, ver animados, nada, no quería nada solo estar con su amado los dos acurrucados bajo las sábanas, haciéndose piojitos y cosquillas o quizá otras cosas, solo luna, la gata negra lograba calmarla en su lamento, trayendole un poco de alivio temporal

El malestar general no abandonaba su cuerpo, ni que decir del desanimo,

Las puerta pesadas de roble francés pintadas en blanco marfil se abrieron de par en par  dejando entrar a un asa azabache desesperado, después de recibir la llamada de Rini tomó el primer vuelo hacia Tokio desde Suramerica

--¿Donde está?-- miró a todo lados --¿Porqué no me llamaron antes?-- estaba a unto de subir las escaleras

--pensè que podíamos con esto, pero se nos salió de las manos Señor-- En mina se notaba una preocupación sincera

--Bien, ahora iré a la habitación, donde supongo que está ella-- la rubia asintió y caminó junto a malachite que también llegaba de viaje y tenía los brazos abiertos para consolarla

Abrió la puerta de la habitación dejando ver a una rubia dando la espalda a la puerta hecha un ovillo en las sábanas, su corazón se comprimió en su pecho, sintiéndose culpable de muchas maneras posibles

--Mi amor, he vuelto-- Serena se sentó despacio en la cama mirando ahora a Seiya, este sonrió ampliamente, pero serena volvió a echarse en la cama, eso ya era demasiado

--bebè-- se sentó en el borde de la cama y acarició los sedosos cabellos rubios que estaban sueltos --te traje un regalo, ¿No me vas a dar un beso y un abrazo? Yo te extrañè demasiado, sobre todo tu sonrisa

La rubia se sentó en la cama de nuevo y se lanzó a los brazos de su amado, llorando, llorando sin consuelo, aferrándose a la camisa blanca de Seiya al cual no le importaba que ahora estuviera empapada de lágrimas --Todo está bien ahora, no me iré nunca más, lo prometo

--¿por la Nico Garriga?-- dijo en medio de  sollozos y levantó el dedo meñique, Seiya lo entrelazó enseguida

--por la Nico Garriga mi amor ...

Nico Nico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora