PESADILLAS

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-¡no se pudo haber escapado!, aún está en fase experimental- el anciano dió un golpe sobre el escritorio que les hizo pegar un brinco a todos los presentes

-lo siento, me mordió, luego se sacó el suero, no se como pasó- el de cabellos rojos hablaba nerviosos moviendo sus manos desesperadamente

-me mordió- repitió con burla el anciano -me importa una mierda, encuéntrenla- los señaló a todos -ella no puede andar por ahí así como si nada, este laboratorio corre peligro, con ella suelta

-¡si señor!- gritaron los cuatro hombres y salieron casi corriendo de la oficina

Por otro lado serena corría en medio de la penumbra del bosque, no sabía que hora era y menos que día, no sabía cuánto tiempo había pasado desde que llegó a ese horrible lugar, no recordaba nada de su pasado y no sabía que le esperaba el presente, solo corría y corría

Las lágrimas corrían a borbotones por sus mejillas, casi no le dejaban ver hacia adelante, pero no se detuvo hasta que vió una casa campestre, con una ventana abierta y con la agilidad y vista que poseía se metió dentro de la casa y bajó unas escaleras que la llevaron a una habitación oscura, donde se escondió detrás de unas cajas, estaba sucia, con solo unos shorts y una mugrosa camiseta blanca, su cabellos revueltos y pies descalzos, cortados por trozos de madera seca y piedras filosas, cerró sus ojos un momento y se recostó a la pared

Se levantó en alerta cuando sintió gritos y disparos, la habían venido a buscar, estaba segura que venían por ella, cuando la puerta se abrió ella aulló y entonces pudo ver por medio de la luz que se colaba por la puerta, al hombre más hermoso que vaya visto, entonces colapsó por el cansancio y los nervios cayendo en un sueño profundo

Serena se levantó sobresaltada dando un maullido lamentado y mirando a todos lados

No había hombres malos

No estába en el laboratorio

No estaba en medio del bosque

Sus pies no estaban heridos

Y a su lado estaba su Salvador mirándola con ojos de amor, entre sorprendido y preocupado. Sin pensarlo dos veces se lanzó a los fuertes brazos de su amado dejando que este la consolara y cayendo de nuevo en los brazos de morfeo siendo arrullada por la ronca voz del hombre de su vida

-serena ¿maullaste?- preguntó seiya, pero serena ya estaba pegada a él como garrapata con los ojos cerrados... sin duda seiya oyó mal debido al sueño

Ya vamos llegando al meollo del asunto... tan tan tan taaaaaaan

Chau...

Nico Nico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora