Seiya Kou es el mafioso más temido de todo Japón ... pero tiene una debilidad muy grande ...
--¿Seiya Nico?-- La rubia arrastraba un gran conejo de peluche --no puedo dormir Nico, ven a la cama con serena--
--Si serena-- El pelinegro sonrió al ve...
Serena meneaba su larga y Blanca cola y batía sus orejas de manera despreocupada. Ella dormía... mientras seiya, bueno, el tiraba de sus cabellos de manera desesperada. Habían pasado dos meses y aunque ahora la cola, orejas y ojos gatunos de su amada se le hacían fascinante, lo que lo tenía fuera de control es que la rubia, tenia una pancita redonda adornando su cuerpo y Andrew le estaba explicando que sus hijos estaban listos para venir al mundo, el pobre hombre reía de manera alocada, con un tic en su ojo izquierdo, sin mencionar que su largo cabello estaba recogido en un chongo algo despelucado. Parecía un desquiciado.
-es lo que te digo hermano, quizá ella está llevando su embarazo como un embarazo felino, pero de lo que si estoy seguro, es que a tus hijos no les falta nada para nacer- la rubia se removió en el sofá donde dormía, solo un poco, y lamió un poco su mano, llevó un dedo a su boca y siguió con su siesta, ¿porqué estaba durmiendo ahí?, fácil, no se despegaba del pelinegro ni un segundo.
-¿tú crees que pronto voy a despertar de esta pesadilla?-
-a mí me parece fascinante-
-ojala lo digas cuando ella te encaje las garras- escupió Seiya mirando con adoración a la mujer de su vida, mientras el rubio ríó por el.
-¿han sabido algo de wiseman?-
--lo tengo en la mira, está en Islandia, aún se que hace realmente ahí, pero lo tenemos controlado, no he roto negocios con él, no quiero que sospeche, tampoco quiero que sepa el actual estado de Serena, por eso no hemos salido últimamente, prefiero tener todo vigilado, tu me entiendes-
--lo hago, bueno yo me voy para el quirófano que has mandado construir para el parto de Serena, todo estará bien, solo es cuestión de adaptarse a los cambios, sin embargo ella sigue siendo lo más fascinante que he visto-
-lo sé, y es solo mía- sonrió, no la dejaría sola por nada del mundo. Serena no había perdido la razón y menos la conciencia, ella sabía lo que hacía, solo que había adoptados costumbres algo felinas, pero a él no le importaba hacerle mimos o cargarla casi a todos lados. Si, el haría todo por ellos...
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Solo para que se hagan una idea de la diferencia de tamaño y masa entre serena y seiya!
