Capítulo 4 : He olvidado mi corazón pero...

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Simon Lewis. Rafael lo miró de arriba abajo, sin saber qué hacer a continuación. La sensación que tuvo cuando se encontró con el niño era que ya lo conocía. El recién llegado estaba jugando nerviosamente con sus manos y parecía esperar a que el príncipe hablara.

-"Simon cierto"- El chico asintió con energía. -"Supongo que eres el espía que supuestamente me guiará por este lugar."-

-"¡Yo... no soy un espía!"- Jadeó ante la idea. –"¡Sería un terrible espía. No puedo guardar ningún secreto! Una vez, accidentalmente, dije que Clary había estado saliendo de Arcadia por la noche y Luke estaba tan enojado por eso y luego Clary estaba tan enojada conmigo porque debía haber mantenido mi boca cerrada."-

-"silencio"- Terminó el príncipe con una mirada no impresionado. -"Bueno, tranquilízate un poco."-

Salió y se estremeció por el frio, abrazo su abrigo. Simon pareció notar su incomodidad y preguntó tímidamente:

"¿tienes frio?-

-"Bueno, estar en la torre más alta me hace estar muy expuesto al viento y la nieve."- aspiro y se giró hacia el joven. -"¿Pero realmente te importaría si muero de frío?"-

-"¡Por supuesto mi Señor!"- Dijo Simon, mirando con pánico. –"¡Puedo pedir que te traiga algo por la noche para mantenerte caliente! ¡Estoy seguro de que Luke tiene algunos trucos bajo la manga! Pero vamos por ahora, mi Señor, y te traigo algo caliente para comer. ¿Alguna preferencia?"-

Raphael parpadeó un par de veces antes de que una sonrisa satisfecha alcanzara sus labios.

-"Tú, al menos, pareces más respetuoso que el resto."- Él pasó a su lado y tomo las escaleras. -"¿y bien? ¿Vas a guiarme o no?"-

Simon sonrió ampliamente y lo llevó al comedor. En su camino, el hombre le explicó al príncipe que, como todos eran iguales, el comedor estaba abierto para los trabajadores y los criados del castillo. Los dragones rara vez podían caminar por los pasillos con sus tamaños, por lo que estaba hecho para los humanos.

La idea de tener un dragón comiendo su presa junto a él, hizo que a Raphael temblara un poco.

Simon tranquilizó a Raphael y le dijo que si deseaba comer más lejos de los demás, podría hacerlo durante el primer día.

-"Después, querrán hablarte. Ha pasado un tiempo desde que hemos tenido caras nuevas."-

-"Mala suerte para ellos. Y para mí, supongo."- Gruñó mientras caminaba con Simon por los pasillos que conducían al comedor.

-"¡No te preocupes! ¡Tenemos un gran cocinero que te hará olvidar, al menos por un segundo, tus preocupaciones! Cuando estoy triste, siempre trato de robar un bocadillo o dos, pero no soy muy discreto."- suspiró. -"La última vez me asusté por Catarina, quien también se asustó por mi grito, así que ambos gritamos y Debíamos parar, ¿es eso?"- Se sonrojó cuando se dio cuenta de que Raphael lo estaba mirando, completamente en silencio.

-"¿Puedes? No respiraste desde que comenzaste a hablar."- El príncipe estaba entre el asombro y la sorpresa. Él optó por el enojo.

-"Lo siento, mi señor."- Bajó la cabeza y abrió la puerta para el rehén, que puso los ojos en blanco y paseó por la habitación.

Sus ojos escanearon el lugar, buscando una cara familiar. Frunció el ceño y le hizo señas a Simon para que se acercara a él. Él no podía ver a Alec. Sin duda, él tenía que bajar a comer también. Cuando le preguntó a Simon sobre eso, el joven se encogió de hombros sin poder decir nada. Dijo que le preguntaría a cierto 'Magnus' al respecto. Él era el que estaba a cargo del otro príncipe.

CRIMSON FIRE (Saphael)TraduccionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora