CRIMSON FIRE (Saphael)Traduccion

Capítulo 9 : Pero no nos daremos por vencidos

-"¿Mi señor está durmiendo? ¿Mi señor quiere un poco de té?"-

Raphael maldijo y pateó a la pequeña bestia furiosa que chilló y rodó lejos de él. ¡Luke le había advertido que los korrigans podían ser un gran dolor y tenía razón! No eran muy grandes, llegaban a las rodillas de Raphael, con el cuerpo cubierto de pelo, las patas de una cabra y una especie de rostro humano. ¡Actuaban como un pequeño mocoso aburrido!

-"¡Devuélveme esa daga, feo y peludo!" - Gritó cuando el pequeño monstruo se rio y comenzó a correr entre los árboles.

-"¡Déjalo! Solo tienes que ignorarlos y lo devolverán."-

-"Lo hice y no funcionó."-

-"Ni siquiera te tomaste un minuto antes de responderles."- Murmuró Luke, frotándose la cara con cansancio.

El príncipe maldijo y caminó de regreso a su caballo. Las pequeñas criaturas no eran la razón por la que estaba enojado esa mañana. Él había soñado con Simon. O más precisamente, tuvo este sueño en el que yace en la nieve, el dragón rojo mirándolo. Mendigando con sus ojos para que lo ayude. Cada vez, en el segundo que Raphael estaba a punto de ceder, se despertaba.

Entonces los korrigans se habían deslizado sobre ellos durante la noche. Algunos inocentemente jugaban con las cenizas y dibujaban piedras cercanas. Otros recogían cosas en los bolsillos de la montura e imitaban a los caballeros. Uno había tomado la daga que Rafael mantenía cerca y le había arrojado algunas ramitas en la cara para despertarlo. Lo cual no mejoró su estado de ánimo.

Luke había preparado un poco de té y no reaccionó cuando los pequeños monstruos tomaron el hervidor antes de beberlo por completo. Para un hombre que podía transformarse en lobo y perseguir a un ciervo, estaba increíblemente calmado. Le sugirió al príncipe que tratara de ignorar a las criaturas, pero ¿cómo podría cuando literalmente intentaban trepar a tu pierna?

-"¡esta bravo! ¡Esta bravo!"- Se rio cuando esquivó la patada que el príncipe intentó darle.

-"¿Cuándo nos vamos? Tenemos que irnos. ¡Ahora mismo!"-

Uno de los korrigans se había llevado el abrigo de pelo negro, regalo de Simón, y se estaba escapando con él. Raphael sacó una daga y comenzó a apuntarle con una mirada asesina.

-"Raphael, ¿hablas en serio?"- El hombre lobo suspiró. –"¿Nunca me escuchas? Ignóralos, son una plaga pero no son malos."-

-"... Luke."-

-"¿Qué?"

-"Uno de ellos acaba de cortar las riendas del caballo."-

Hubo un momento de silencio donde ambos miraron al korrigan que estaba tratando de hacer trotar al caballo antes de que el hombre de piel oscura saltara y sus pies rugieran:

-"¡DESPIERTA EL INFIERNO!"-

Todas las criaturas saltaron al sonido repentino. Todo lo que sostenían golpeó el suelo y se lanzaron bajo las ramas, de vuelta al bosque. Raphael se sorprendió los primeros segundos antes de dirigir su mirada al hombre lobo.

-"Podrías haber hecho eso desde el principio."-

-"Fue divertido verte correr por el campamento."- Se levantó y recogió sus maletas. -"Bueno, ¿estás listo?"-

El príncipe gruñó cuando se subió a su semental, por el irrespeto y lo ridícula que era toda esta escena. El bosque donde todavía estaba lleno de sombras, el sol se eleva por las cimas de las montañas y las copas de los árboles. Luke parecía saber exactamente a dónde ir a pesar de la ausencia de un camino real. Ambos estaban listos para pasar otro día en completo silencio, pero no contaban con un korrigan que decidió seguirlos.