CRIMSON FIRE (Saphael)Traduccion

Capítulo 8 : Perdónanos, los dos somos idiotas

-"Cuando conoció a la reina Santiago, tuve miedo."- Magnus comentaba mientras Raphael estaba ensillando su caballo.

-"Tenía esa mirada de muerte que también tú tienes, pero la suya es mejor. ¡Te atraviesa el alma!"-

-"Sé de lo que estás hablando. Es nuestra marca de familia, las miradas y la mirada intimidante."- Dio unas palmaditas a su caballo y se volvió hacia el dragón que le sonrió.

Magnus había tratado de animarlo desde que Simon se fue. No había sido fácil: Raphael todavía estaba enojado por mantener oculto el secreto de Simon, ambos esperaran a Alec y a Ragnor pero no intentó hablarle sobre el dragón rojo.

Su decisión de irse hizo reaccionar a todos. Le pidieron un día más para hacer los preparativos adecuados para el viaje.

Catarina dejó de estar al lado de Simón. Ella había abrazado a Raphael. Espero volver a vernos. Antes de ser testigo de su transformación.

No había estado atento cuando Simon se transformó pero, al ver al dragón azul saltando, se dio cuenta de lo mucho que significaba para ellos. La sensación de felicidad pura en su rostro cuando reveló su forma...

La idea de que Simon estaba listo para dejar todo eso, solo por él lo hizo sentirse culpable.

Pero a diferencia de él, Raphael no podía desechar la posibilidad de estar con su familia otra vez. Después de todo este tiempo, él tendría a su mamá en sus brazos. Atrapar a su hermanita y recordarle que todo estaba bien. Demonios, ¡dejaría que sus hermano lo arrastraran en su lucha en la nieve!

¡Iba a verlos de nuevo!

Se había despedido de todos, de Clary y Magnus, en parte. Clary ni siquiera quería mirarlo desde que su amigo se fue del castillo, incluso si no le gustaba, Raphael lo entendía.

Su mejor amigo resultó herido después de la pelea y, como Raphael le dijo que se fuera, no descansó, ni dejó que Ragnor lo sanara adecuadamente.

Catarina dijo que en el momento en que el príncipe se fuera, arrastraría a Simón de regreso a Arcadia: no podían permitirse el lujo de estar dando vueltas cuando un dragón agresivo atacaba a la gente.

Luke sugirió que, para estar seguros, Rafael y él viajaban en caballos: negociarían con unas pocas criaturas para que se escondieran con ellos si el dragón plateado regresaba.

Rafael se sintió mal al irse como un ladrón. Ahora que estaba a punto de irse a casa, de dejar finalmente lo que solía llamar una prisión, sintió una punzada en el pecho.

¿Qué? ¿Ya terminaste Corazón Blindado? ¿Ese libro cursi?

¡Estoy aburrido, tengo que entretenerme!

¡Me tienes!

Magnus tiró del príncipe en un abrazo.

-"Te voy a extrañar gruñón"-. Alec no quiere admitirlo, pero también te echará de menos.

-"Les deseo toda la felicidad posible a ustedes dos."-

-"No va a ser fácil. Sus padres están horrorizados con la idea de que yo sea su esposo."- Le dio una pequeña sonrisa llena de esperanza. –"Pero no nos daremos por vencidos. No regalaremos nuestra felicidad."-

Raphael asintió. Merecían ser felices.

«Magnus nunca tuvo suerte en el amor. Confió en las personas equivocadas y lo hirieron más de lo que admitiría. Dijo Simon, recogiendo una flor del jardín de Ragnor.