Detras de la apuesta

102 16 4
                                    

Había una chica que cada mañana aparecía con una radiante sonrisa la veía saludar a los vigilantes bostezar adormilada y frotar sus manos con sus sonrosadas mejillas sus ojos se detenían en el checador y su rostro dibujaba esa mueca de sorpresa corría cargando su cubeta y por alguna razón me parecía tan tierna.

A veces abrazaba a la señora que le acompañaba ella era tan cariñosa, había algo en su mirada un amor sincero y noble algo en su sonrisa que contagiaba a quienes tenía cerca pero a penas sus ojos cruzaban con alguien más aquella sonrisa se desdibujaba y su cara se tornaba en completa seriedad.

¿Quién eres tú?, que le niegas tu sonrisa al resto, la reservas solo para quienes estimas y ahí estaba yo como en cada mañana esperando el momento para salir detenerme unos instantes y contemplar el rizado cabello peli rojo, y sus mejillas sonrosadas tan solo por unos instantes antes de salir a descansar. Mi turno ha terminado.

Por más lento que conducía, por más que aumentaba el sonido de mi stereo sus ojos nunca cruzaron con los míos, ¿cómo podría acercarme a ella a este paso?.

Había preguntado por ella con los que entraban después de mi entre ellos Zafiro, quién se encogió de hombros y negó conocer una joven así, por un tiempo me conformé con verla al salir hasta que el destino sonreía para mí un cambio de turno por fin.

Y ahí estaba ella, entrando en cada área a veces la escuchaba cantando con gran alegría, al tiempo que hacía su trabajo; hasta que descubrí que su horario se cruzaba con el mío y pude verla ingresar a Digiprint ese sin cuello no sabe lo afortunado que es,

Molly es su nombre los he escuchado llamarla así, y aún cuando pasó a su lado ella parece no notar mi presencia la veo saludar con una enorme sonrisa bromear y reír, como quisiera que esa sonrisa fuera para mí.

Ella está en todas partes iluminando mi s días ignorándo mi existencia pero no está tarde hoy he visto la oportunidad he de hablarle

Yace al otro extremo del patio pataleando por qué por más que lo intenta el sanitario de hombres siempre está ocupado, la veo rodar los ojos y hacer una mueca de fastidio al tiempo que sus manos acomodan su cabello y ahora yace colocándose unos audífonos un par de segundos y una leve sonrisa enmarca sus labios está disfrutando la melodía.

Ese cambio de actitud en tan solo instantes, esas caras no cabe duda me parece tan dulce y tan tierna tal como una niña pequeña y de algún modo su mirada se eleva al tiempo que sus labios se mueven está cantando lo sé...

Sus ojos por fin se han cruzado con los míos, noto sorpresa en su rostro y como se ha ruborizado tal vez le incomode con mi mirada, puedo verla desviar la mirada; volver sus ojos hacia a mí indecisa y alejarse rumbo a la caseta de vigilancia.

Neflyte es ahora o nunca me repito y voy detrás de ella.

Valla que me la hizo difícil, hay algo en Molly que me hace querer conocerla, querer verla reír al lado mío, me es difícil de explicarlo y cada encuentro que tengo con ella parece que no hago más que enfadarla, será que está enamorada de alguien más... eso sería una pena.

•••••••••••••••|||

-Con que te referías a Molly- Zafiro está revisando unas facturas conmigo vuelve su rostro hacia mí- pensé que hablabas de una obrera, si a ella si que la conozco entramos a trabajar casi al mismo tiempo

-trate de hablarle pero me mando por un tubo, pensé que iría a tu fiesta pero jamás se apareció - realmente no se por qué le pregunto a Zafiro tal vez es que la he visto llevarse bien con él y que este tiene novia que pienso quizás el podría ayudarme.

No olvides...qué te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora