Abigail nuevamente acostada sobre la misma camilla en la misma habitación... el mismo procedimiento anestésico. Ésta vez Brandon cortó sobre sus brazos y hombros. Desencajó sus huesos para que la forma de sus hombros se tornaran hacia abajo.
Una larga cirugía fue esa tarde.
Ella estaba quedando hermosa, pero aun faltaba mucho; los otros cirujanos ya notaban en gran manera el resultado.
Ojos azules y cabello rubio era la sensación.
Fueron transcurriendo los días y era la misma rutina, camilla, anestesia, más inyecciones con nuevas células, colorante, sustancias inimaginables. Pero el resultado era esbelto y perfilado.
Algunos médicos desistieron a tanto trabajo, no creyeron que podían lograrlo haciendo todo ellos solos.
Brandon, por otro lado, estaba calmado, seguro de lo que hacía. Hasta entonces solo quedaron 6 médicos participando con sus lienzos.
Abigail despertó. Se acostumbró a ver el rostro de Brandon cada vez que abría los ojos.
- Dr. - dijo ella con suspiros de dolor. - ¿puedo ver cómo estoy quedando?
- No es recomendable si aún muchas heridas no han cerrado, puedes tener complicaciones por tus emociones al verte.
- Eso quiere decir que, ¿No está haciendo bien su trabajo?
Brandon sonrió. - No es eso, primero debes estar bien despierta y de buen ánimo, así podrás observarte y sentirte cómoda.
- Quiero verme - dijo con voz temblorosa - necesito saber que estoy cambiando, solo así me sentiré cómoda. Ya suficiente humillación paso cada día en ésta camilla dejando que usted pueda mirarme y descubrir qué más puede arreglar en mí, como si fuera un aparato con errores de fábrica.
Siento mucho que te sientas así, nos vemos pronto. - dijo Arick mientras le volvía a inyectar.
Su piel en el revés del codo, estaba dañada por las múltiples inyecciones constantes. Pero eso no detuvo a Arick. Empezó a transformar aún más el cuerpo inconsciente de Abigail. Cambió su piel opaca en una de tono iluminado, claro y firme.
Apenas terminaba de cortar, inyectar, pigmentar, rellenar, y otras cosas que terminan en "ar", continuaba con la obsesión de hacer un cambio más.
Prosiguió con las piernas. Recortó los lados y en medio. Abrió su rodilla y trabajó cartílagos y huesos. Era importante que Abigail creciera 5 o 10 centímetros más.
