Dos, iguales y perfectas

3 3 2
                                    

Al ver su diseño casi concluido, solo le quedaba lo mas difícil... la mano.

Cortó justo terminando su muñeca, al ras del hueso, y quitó el resto. Le hizo un transplante de mano, pero su cuerpo lo rechazó.

Arick vio la oportunidad de jugar a ser dios.

Mezcló muchos medicamentos, y liquidos, células, y otros... Los cuales empezó a inyectar sobre la herida abierta en la mano. Cada 3 minutos, para dejar que los componentes hicieran efecto. Estuvo así alrededor de 30 minutos. Abigail seguía tendida, pero esta vez con varios cambios.

Al pasar algunos días, su muñeca parecía haberse estirado debajo de las vendas. Al sacarlas, la mirada de perversión en los ojos de Arick fue sorprendente. Lo estaba logrando.

La mano de Abigail misteriosamente se estaba regenerando y creciendo, como las manos de un feto en el vientre de la madre.

Abigail despertó. Y recibió la noticia de su mano... Tuvo miedo. Era real. Se podía! Arick decidió preguntar si deseaba hacer cambios adicionales, pero Abigail solo dijo: no cambie el color de mis ojos. Y se acostó en la camilla con una sonrisa gigantesca.

Queeeeé?! - replicó Arick enfurecido y sorprendido- ¡el protocolo es que tengas los ojos color azul, así como los demás, para que puedas ser perfecta!

Abigail no respondió. Ella ya lo había dicho todo.

Entonces Arick nuevamente la anestesió. Y continuó con las inyecciones hasta el día siguiente, que asistiría al programa de presentación de avances.

Muchos médicos recortaron cuerpos a medida, esbeltos y perfectos. Ya tenían cabellos rubios y labios carnosos. Mientras que Abigail seguía con el mismo color castaño de cabello y labio delgados.

Pero había algo nuevo que nadie más había hecho...

Abigail tenía 2 manos, iguales y perfectas.

AbigailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora