A veces me parece que lo perdí
y lo busco desesperadamente.
Tu olor.
Mi acto reflejo de abrazarte y olerte, te acordás?
Tan solo eso me bastaba como felicidad.
Siempre ocurrió.
Nunca supimos por qué y cuánta risa te daba.
Era tu olor, más que tocarte, más que verte,
Al menos por un segundo, detrás de la coartada del abrazo.
Vos ya lo sabías y me dejabas
Cerrar los ojos y sentirlo.
Entonces, una sonrisa remolona se quedaba por un rato.
Unico, indescriptible, inexplicable pero sobretodo curiosa y definitivamente irreproducible
Como el de los bebés, que uno percibe y no sabe ni a qué huele ese olor
pero es tierno y único.
Así que en nuestro último cerrar de ojos
al abrazarte ...te lo robé.
Me lo quise quedar para siempre
y cuando más temo haberlo perdido
inspiro profundo, profundo, me concentro, pienso en vos
cierro los ojos
te veo
y vuelve.