Incierto

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Siento que este año... A sido nefasto.
Como si todo lo malo se hubiese condensado a mi alrededor...

Primero fue enero: la violencia intrafamiliar que me rompió.

Luego vino febrero: cuidar a mi madre en silla de ruedas...

A eso le siguió marzo: mi padre violó la orden de alejamiento y fue a pedir mis horarios a la Universidad.

Abril fue tranquilo, de esas calmas que preceden a la tormenta.

Mayo fue un infierno: literal. Mi padre se mete a la casa con una llave maestra, nos mantiene secuestradas al interior de nuestra casa mientras esparce un combustible a los muebles y comida. Logran rescatarnos, pero el bastardo le prende fuego a todo.
La casa explota y lo peor es que no murió.

Junio me mantiene anestesiada: por el incendio vivimos en casa de mis abuelos, no hablo con nadie. Me aislo de todo y solo me reconfortan mis gatos.

Julio: trabajo para salir adelante. Me siento sola.

Agosto: trabajo duro para comprar un disco duro externo, me compro un teléfono para devolver el que me prestaron. Estamos a fin de mes y a mi gata le diagnostican cálculo renal, sufre, sangra y me siento completamente inutil, gasto todo en veterinario y medicinas. Lo peor... Recien me pagan a fin de Septiembre...

2018...

Te odio.



Me odio

El Rostro de la Depresión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora