Treinta y dos

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Su piel brillaba con el sol, sus párpados cerrados hacían que sus pestañas se vieran hermosas, sus labios tan carnosos y su piel tan suave hacía que se viera perfecto, Rose había evitado hacer ruido cuando despertó para no molestar a Jin y así poder admirarlo, sin embargo él fue abriendo sus ojos y sonrió al verla, era casi como olvidar los malos momentos y solo enfocarse en lo que sentía, la abrazó y se puso sobre ella para a continuación besarla.

-Te vez hermosa-Dijo sobando su nariz sobre la de ella, mientras sonreía y acariciaba su mejilla.

Aquel sentimiento que en ese momento llenaba su cuerpo era algo con lo que él siempre desearía permanecer, tal vez su vida sería perfecta si el tiempo parara y ambos permanecían en esa cama disfrutando de sus cuerpos.





-Rose estaba sentada en unas de las sillas de la cocina frente a la barra con la camisa de Jin mientras él preparaba el desayuno.

-Tengo tanta hambre- había expresado ella tocando su estómago.

Jin le sirvió un plato de fruta con jugo de naranja y luego se sentó a su lado, con un tenedor tomó una fresa de su tazón y se la puso en la boca haciendo que ella mordiera un pedazo, luego él se la llevó a la boca y comió lo faltante de la fruta.









-Ven baila conmigo- dijo ella moviendo sus hombros, caminado hacia atrás y jalando a Jin.

-No sé bailar- dijo él sonriendo mientras la veía agitar su cabello

-Yo tampoco se hacerlo, pero nadie nos ve así que da igual lo que hagamos, o solo saltemos, no lo sé- empezó a saltar haciendo que la camisa que llevaba se levantara un poco -Vamos Jin.

-¿Sabes qué? ven aquí - dijo tomándola de las manos y dándole la vuelta.

La sala de los Kim se había convertido en un salón de baile con la música sonando fuertemente y dos jóvenes moviéndose sin sentido.

-Deberíamos quedarnos aquí para siempre- había dicho entre risas, sin embargo era lo que más desea.

-Me encantaría- dijo él besándola en la frente -Pero tus padres me acusarían de secuestró- ambos rieron al mismo tiempo.

-Bueno, mi madre últimamente toma hasta quedarse dormida y mi padre prefiere viajar para no verla por lo tanto ninguno nota si estoy en casa, no es como si no estuviéramos viviendo juntos ya.

-Tienes razón, Pero tu madre toma mucho últimamente ¿O antes solía hacerlo también?- preguntó Jin.

-No, solo que en esta fecha es cuando murió mi hermano, supongo que es su forma de afrontar el dolor, antes de que él muriera ella no lo hacía pero luego cambió- dijo encogiéndose de hombros, Jin suspiró con tristeza.

LOVERS |+18| KSJ (en edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora