Uno

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Habían pasado ocho meses desde que Jin se había ido y el dolor que Rose sentía en su pecho se había vuelto más profundo, las ganas de salir de su casa se habían vuelto totalmente nulas y ahora solo permanecía en su cama enrollada en una manta intentando conciliar en sueño, en un comienzo había evitado tener todo tipo de interacción con otras personas y sus padres habían respetado esa situación, ellos creían qué tal vez era por el shock que el accidente había dejado y los recuerdos de su hermano pero era más que eso y su pecho no dejaba de sentir ese vacío irremediable, aveces volvía a sentir ganas de llorar pero no lo lograba pues al parecer ya había gastado todas sus lágrimas.

La puerta de su habitación se abrió pero ella le dio poca importancia, aquel verano era más horrible que algún otro y apenas había logrado culminar el año escolar, no por que sus calificaciones hubieran bajado sino por que era un delirio pasar por cada aula y pasillo que le recordaban a Jin.

-Hola- dijo Jungkook acostándose a su lado y abrazándola por la espalda

-Hola- respondió ella un susurro casi inaudible

-Han pasado ocho meses, no puedes seguir lamentándote- Jungkook puso su cabeza en el hombro de Rose mientas decía esas palabras en su oído

Mientras los minutos se hicieron horas y las horas días, Jungkook no se había rendido y no la había abandonada, los días que ella estuvo en el hospital había pasado con ella ayudándola en todo lo que necesitaba y cuando dejó de ir a clases él la había ayudo con las tareas y eso los había vuelto más cercanos.

-El verano recién empezó y me rehuso a verte, así- volvió hablar con un tono más duro  -Vamos deberíamos salir- volvió a intentar algo que desde hace mucho no conseguía

-No tengo ganas ahora- su voz aún era desanimada, sin embargo, que ella hablara ya era demasiado por que aunque no lo pareciera ella estaba mucho mejor

-Sabes, creo que no puedo verte más así- dijo Jungkook sentándose en el borde de la cama y pasando sus dedos por su cabello -Puedo imaginar el dolor que debes sentir, amar a alguien y no poder estar con esa persona, lo sé por que lo he pasado, pero solo tú puedes conseguir salir de eso realmente y pese a que lo he intentado.....- Jungkook paró antes de continuar y no estaba seguro de lo que hacía así que prefirió salir para tomar aire y pensar mejor sus palabras.

Cuando se iba a ir rendido sintió como una mano tomaba su muñeca y lo jalaba, por primera vez en mucho tiempo Rose volvió a sentir algo más que dolor, sintió miedo, miedo a perder a alguien más.

-No te vayas- Dijo levantándose de la cama y abrazándolo por la cintura -Yo también me rindo- dijo confundiéndolo -Se que no puedo seguir así, se que él aunque llore ya no regresara y tienes la razón- sus palabras salían temblado de su boca y entre cortadas

-No fue lo que quise decir- dijo él temiendo haberla lastimado más de lo que ya estaba

-Me canse- dijo ella mirándolo a los ojos -Me case de esperar y te prometo que mejore- su voz era más fuerte aunque su apariencia débil no le daba crédito, Jungkook sin saber que decir la abrazó y acarició su cabeza que ahora estaba apegada a su pecho, pasó lentamente sus dedos por el cabello de ella que había perdido el brillo por la mala alimentación que esta llevaba pero él creía que aún se veía hermoso

-Te voy ayudar a salir de esto- volvió a decir tomando su cabeza y mirándola a los ojos -Lo prometo- Dijo besándola en la frente y volviéndola a acomodar en sus brazos -Lo lograremos-

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