Doce

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Antes de ir a aquella fiesta Jungkook tomó alcohol, para sentirse preparado, y al llegar a la fiesta bebió aún más sin embargo eso no ayudó en nada, cuando Kat lo llevó al segundo piso, aún sintió que no quería hacerlo no con ella, pero al estar los dos a solas y con su cabeza dando vueltas, sin darse cuenta la ropa que antes los cubría ahora se encontraba por el suelo de la habitación y aquella chica se encontraba sobre él, de hecho Jungkook no tuvo que esforzarse mucho para tenerla así, ella no dejaba de repartir besos por todo el cuerpo de él, llenado de arriba hacia abajo, aquello para Jungkook fue exasperante, así que sin esperar tomó el control de aquella situación sin esperar empezó a penetrarla, los movimientos eran iguales a los que solía hacer con Rose, pero porque carajos no se sentía lo mismo, porque incluso cuando lo hacía más rápido y veía como Kat gritaba cada vez más fuerte de placer él no conseguía, lo que con Rose solo hubiera bastado con caricias, incluso cuando Kat tuvo su primer orgasmo Jungkook sintió que él no iba ni por la mitad para llegar

-Jungkook- gritó ella casi desecha -Ah, ah- él salió de ella dándole descanso, sabían que aunque siguieran haciéndolo no lo conseguiría -Joder, ha sido el mejor sexo que he tenido en mi vida-

Kat intentó recostarse en su pecho pero Jungkook solo se dio vuelta y salió de la cama, casi tan rápido como su ropa estuvo afuera él volvió a colocársela

-Lo siento me tengo que ir- Jungkook parecía muy apresurado por salir del lugar

-Espera, no te quedarás- preguntó ella un poco triste

-No, olvide que tenía que hacer algo, no vemos luego- Jungkook esta vez no espero ni siquiera a la contestación solo salió de ahí.

Al salir de la habitación la música se podía escuchar con mayor claridad, se podía ver a las personas con bebidas en las manos, algunos en grupos, otros en pareja, la mayoría de ellos parecía divertirse, pero eso le hizo pensar a Jungkook que a veces la gente es así, puede fingir reír cuando en realidad solo quiere llorar, todas aquellas personas por aquel momento podían parecer acompañadas pero al final al llegar a casa solo pensabas en lo solo que en realidad estabas. Jungkook empezó a correr lo más rápido que pudo bajo las escaleras, salió de la casa entró a su auto y condujo, ni siquiera estaba seguro a donde quería ir pero sus manos al volante hicieron que llegara a aquel lugar en donde sabía que podía refugiarse o más que un lugar hasta donde se encontraba la persona con la que se sentía seguro.





Las puertas del ascensor se abrieron y hay estaba ella, llevaba puesta ese pijama color rosa palo que tanto le gustaba, incluso su cabello estaba un poco alborotado y con su muñeca fregaba sus ojos, pues acababa de despertar tras recibir la llamada de Jungkook

-Kooki- dijo preocupada - ¿Estas bie.....- ni siquiera pudo acabar la frase cuando él se lanzó sobre ella abrazándola fuertemente, instantáneamente ella correspondió aquel abrazo y se dedicó a darle suaves caricias en el cabello mientras escuchaba los sollozos haciendo que se preocupara -Mi madre ha salido, si quieres puedes quedarte a dormir- aquel sentimiento de vacío y soledad era casi inexistente cuando la tenía cerca era casi como el antídoto a ese veneno que a veces contaminaba el corazón de Jungkook

-Me gusta cuando tu cabello está todo revuelto- Jungkook trató de recuperar su postura hasta incluso decidió hacer una broma, para que ella no le preguntara por la verdadera razón de estar así, porque no quería mentir, estaba cansado de mentirle a Jimin diciéndole que no sentía nada por Rose, de mentirle a Jin que Rose se encontraba bien y que no sufría por el abandono de parte del mismo y estaba cansado de mirar a Rose y saber que ella probablemente nunca lo miraría con los ojos que miraba a Jin.

-Te quiero y lo sabes- dijo ella que ahora se encontraba con lágrimas en los ojos y levantando su mano para limpiar las lágrimas de Jungkook

¿Por qué aquellas palabras dolían tanto? Por qué tal vez cuando te gusta o quieres a una flor la tomas de la pradera la llevas a tu casa la colocas en un florero y dejas que se marchite pero si acaso la llegaras a amar dejas que aquella flor sea libre y que siga viéndose hermosa ahí donde estaba y si ella constantemente le decía que lo quería, porque podía quererlo con todo su corazón per alguna vez lo amaría

Rose en aquellos ojos intentaba buscar una respuesta a la constante pregunta que daba vueltas en su mente y darse cuenta casi de lo obvio o eso pensó, hizo que su pecho doliera más pues estar constantemente llevado una máscara de estabilidad le hacía olvidar que a veces los demás también la pueden llevar

-Yo también estoy cansada- Su voz era entre cortada y débil. Y probablemente era eso a lo que Jungkook se refería al final en realidad ambos descubrían lo que le pasaba al otro

-Duele mucho- preguntó acercándose a ella mientras ambos se deslizaban hasta llegar al suelo

-No quiero parecer débil, no quiero sentirme así-

-¿Por qué no me lo habías dicho?- Y era esa una de las razones por las que el humano puede considerarse como un simple homínido más, pues el mayor porcentaje de problemas que se da en la sociedad no puede deberse a las acciones realizadas y malentendidos, si no a la falta de comunicación de estas pues aunque a diferencia de los animales tenemos la ventaja de poder hablar somos tan estúpidos que nos callamos las cosas y sufrimos solos

-Por qué no toleraría perderte, me asusta pensar en que ya no estarás a mi lado- Rose lo miró a los ojos mientras impartía suaves caricias en el rostro de él
-Pues siento que eres la única persona a la que realmente le importo- Y con simples palabras, con cortas oraciones puedes cambiar el día de alguien incluso su mundo, pues si Jungkook no escuchó que ella lo amaba, pero ahora sabía que tanto como él, ella no podía vivir sin él

-Sabes que digas lo que digas, hagas lo que hagas, nunca te abandonaré- Jungkook hizo que ella lo mirara directamente a los ojos para demostrar que lo que acababa de decir no solo eran simples palabras sueltas al aire sino que era una promesa

Con la cercanía que sus rostros estaban solo bastó aproximarse unos centímetro para juntar sus labios, pero aquel beso no era como otros que solían darse antes en busca de placer si no como aquel primer beso que se dieron cuando ambos estaban ebrios y con el corazón hecho trizas, porque sus bocas jugaban entre ellas con una parsimonia incomparable.

Las prendas de ropa se fueron deslizando de sus cuerpos pero no con esa desesperación que normalmente se busca cuando alguien quiere tener sexo, no, lo hacían como un niño cuando encuentra algo que cree que es asombroso, pues lo observa, lo toca y quiere conocer cada entalle de este, pues al tener la figura de Rose totalmente sin prenda alguna, al mismo tiempo que Jungkook, este pasó sus manos lentamente por la suave piel de ella, intentando memorizar cada detalle, cada sensación, pasando por su abdomen llegado a sus pechos y pasado los pulgares por sus pezones erectos, recorriendo sus hombros llegando hasta su cuello tocado sus mejillas he impartiendo lentos besos en cada parte de su rostro.

¿Cuál realmente es el estado más vulnerable de alguien, cuando es más posible conocerlo? Obviamente yo creo que es cuando abres tu corazón, pero también considero que cuando te encuentras totalmente desnudó frente a alguien, puede ser una de las pruebas de confianza más grandes que existe, pues no hay una prenda o maquillaje que te proteja, te muestras libre y sin miedo a ser juzgado, entregas tu intimidad y hasta algunas veces tu corazón.

Aquel momento ambos se sentía así, seguros, sin miedo, ella sobre el regazo de él haciendo aquellos movimientos que tanto él amaba de una forma tan sosegada, sintiendo cada pulsación y respiración, con cada movimiento sus miradas estaban conectadas casi como la teoría de Platón sobre los cuerpos que un día fueron separados por un dios celoso pero ahora se reencontraban y él clímax había llegado dejando a ambos con un atemorizante miedo al mañana, pero con una seguridad completa sabiendo que pasara lo que pasara estarían juntos.

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