Todo lo sucedido aquella noche aparecía en su mente como una mala película de horror, el recuerdo de Lily sollozante y pálida causaba una sensación desagradable en el estómago. Por otra parte, cuando pensaba en Albus, que tuvo que lanzarle a James un pretificus totalus para que dejara de golpear a Scorpius, eso la estaba matando. Todo pasaba en cámara lenta, entre lágrimas y gritos.
Esta era una película cruel.
Rose apretó más los puños, sintiendo como sus uñas se le enterraban en las palmas, y luego la sensación de algo caliente y húmedo; las pequeñas gotas de sangre.
― ¿Rose? ―llamó una voz gruesa ― ¿siquiera me estás escuchando?
La pelirroja retiró la mirada del suelo y la dirigió a los ojos miel de su primo, Fred.
―Oh, no lo siento Freddy... ―El pelirrojo le sonrió con tristeza.
―Tranquila. ―Cuando Fred la abrazó por la cintura, Rose recargó su cabeza en su hombro. En los últimos días no desperdiciaba ningún abrazo.
― ¿Qué me decías? ―murmuró, recuperando la atención.
―Que deberíamos organizar la última fiesta antes de irnos, es mi último año y quiero que termine como se debe. ―Rose le dio una ligera sonrisa mientras asentía.
―Me parece una estupenda idea, ―exclamó ― le diré a Nique que nos ayude para convencer a los prefectos, ¿le dijiste a James? ―Fred asintió.
―Claro, dijo que se encargará de correr la voz.
No le parecía tan mala idea, después de todo, ya había tenido suficiente de estar melancólica todo el tiempo, tenía que empezar a actuar como la chica fuerte que ella sabía que era. Aunque le resultara malditamente complicado.
―Genial... ―murmuró ella antes de dar vuelta y entraran al gran comedor.
Los murmullos no se hicieron esperar, al igual que las miradas mal disimuladas que los estudiantes le dirigían a la chica. Fred gruñó.
―Deberían conseguir otro tema de conversación. ―Lo dijo lo bastante fuerte como para que unas chicas de Hufflepuff se sonrojaran y bajaran la mirada.
―Tienes razón, pero ya hasta me estoy acostumbrando... Ser la tonta de Ravenclaw me queda bien... ―A su primo no le causó gracia aquel comentario, porque rodó los ojos.
―No eres tonta, ―replicó ―en realidad, tú eres la que menos culpa tiene aquí, en cambio Lilianne...
―Hey... Tranquilo, ―lo interrumpió― ya lo sé. ―Rose apuntó a la mesa, tratando de sonreír y de evitar aquella conversación― Mejor sentémonos antes de que te pongas gruñón.
Hacia semanas que Rose no le dirigía la palabra a Lily. Conocía a su prima, era la hija menor de Harry Potter y la princesa de la casa, por lo que jamás era ignorada, desde bebé, toda la atención era para ella, haciéndola dependiente de eso. Rose llegó a la conclusión, de que la indiferencia era lo que mataba a Lily, y era justo lo que ella estaba haciendo.
―Mátalos con delicadeza, Rose ―Le había dicho su madre una vez, y lo hacía. Vaya que lo hacía.
Con Scorpius era diferente, la indiferencia no funcionaba, sería como darle justo lo que él quería, lo conocía, si ella le era indiferente, él podría hacer su drama personal, tendría que soportar al Scorpius de hace dos años; arrogante, ególatra y lo tendría coqueteándole todo el tiempo para hacerla enojar.
En parte por eso lo había perdonado tan rápido, además de que él era casi tan inocente como ella, y aunque no quisiera, lo tenía que admitir. Lo era y estaba arrepentido.
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CUENTAME MENTIRAS
Fanfiction𝐒𝐢𝐧𝐨𝐩𝐬𝐢𝐬 ▔▔▔▔▔▔▔▏ ❝No decír toda la verdad también es mentir. Eso Lily lo sabe muy bien. Rose y Scorpius son perfectos juntos, ambos tienen esa química innegable que se ve a kilómetros, pero por más perfectos que parezcan, también pelean...