Capítulo 7: Deseo

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Llegó a la casa poco después de que oscureciera, siendo recibida con un fuerte abrazo por parte de Saiko

-Estoy felíz de que vuelvas a casa, Mucchan...-decía con una gran sonrisa , mientras pequeña lagrimas se acumulaban en sus ojos-Uri, Mucchan ya llego- Mutsuki volteó a ver al chico que salía de cocina al escuchar el llamado de su pequeña amiga.

-Ya nos encontramos antes de que llegue...-dijo con una frialdad, que extraño a Saiko y entristecio a la morena-Bienvenida Mutsuki-agregó luego de unos segundos, pero sin cambiar su tono de voz.

-Si...-le contestó casi en un susurro, Urie noto un poco de tristeza en su voz, pero no hizo nada, solo caminó hasta la escaleras.

-Uri, ¿no te vas a quedar para que hablemos con Mucchan? No la hemos visto por mucho tiempo.

-Ya hemos hablado-dijo sin agregar nada más y se fue a la habitación, dejando a la peli azul confundida por su actitud.
Ella creía que el chico se sentiría un poco felíz al ver otra vez a su antigua compañera, pero verlo más serio de lo habitual la hizo extrañarse demasiado, cosa que era entendible, ya que ella no tenía idea de lo que había pasado entre ellos dos la última vez que la morena estuvo en casa, excepto la parte en la que Urie le dijo que ella se alejaba hasta aclarar lo que sentía por su amigo, pero después de eso, no sabía nada más.

-Mucchan...-la morena la miró, dedicándole una pequeña sonrisa algo melancólica, entonces Saiko decidió guardarse sus preguntas acerca de lo que paso entre sus dos amigo para otro momento, lo que menos quería era hacer sentir mal a su amiga solo para que aclaré sus dudas.

La cena había transcurrido con tranquilidad, Mutsuki no pudo evitar mirar el asiento vacío al lado suyo en donde tendría que haber estado Urie, con algo de tristeza, este no había bajado a comir con la excusa de que no tenía hambre, pero la morena sabía que la razón no era esa.

Se encaminó hacia su habitación, encontrándose al de cabellos morado en la mitad del pasillo.

-Urie-kun...-susurro clavando su mirada con la de él, pero este siguió su camino pasando por al lado de su antigua compañera.
Esta solo se quedó quieta en su lugar, no se había sorprendido por el reciente comportamiento del chico, era algo que ella se esperaba pero aún así le dolía.

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Urie se encontraba sentado en el borde de su cama luego de haber estado dando tantas vueltas para poder dormir, pero le era imposible.

No dejaba de pensar en la manera de como trató a su antigua compañera, se sentía un verdadero cretino, pero no podia evitarlo, se encontraba realmente dolido a pesar de entender el porque aquélla chica se alejaba, no podía evitar sentir mucha rabia y dolor.

Fijó su mirada en la puerta al escuchar pasos fuera de su habitación, se paró y se dirigió hasta la puerta abriendola suavemente, encontrándose en medió del pasillo a la dueña de sus pensamientos. Mutsuki estaba parada en medió de este, dándole la espalda.

-¿Qué haces aquí?-pudo observar como la morena se sobresalto al escuchar su voz dandose vuelta algo sorprendida, al parecer no había notado su presencia por estar metida en sus pensamientos.

-No podía dormir...-respondió mirando hacía otro lado para así ignorar la mirada vacía con la que la veía.
El chico no respondió, solo siguió mirandola sin expresión alguna, notando como ella empezaba a incomodarse poco a poco.

-Buenas noches-dijo este luego de unos segundos.
En el momento que estaba por entrar a su habitación, sintió como las delgadas manos de la chica sujetaban su camiseta negra sorprendiendolo.

Aún no es tarde [MutsUrie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora