DOS

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—...Ah, ah, ah, ah..m..más más rápido.—gimoteaba contra mi oído en cada estocada que daba. Sintiendo que poco a poco se apretaba más. Agarrándome de la cintura con sus piernas para que pudiera penetrar profundamente mi polla.

Ver sus pechos zarandeándose de arriba hacia abajo en cada movimiento, los gritos que emitía eran tan exagerados que los odiaba. Pero que más da? Tan solo disfrutaba el placer que cualquier puta me ofrecía. Al fin y al cabo solo era un hoyo más que llenar.

—Más! Oh!!—Gritó cuando llego a su límite a pesar de eso no me detuve. Queriendo llegar mucho más rápido, aumento los empujes hasta conseguirlo. Me desplomo sobre ella cuando todo mi líquido se derrama en el condón. Me quito rápidamente recostándome al lado. Inhalando y exhalando varias veces por el esfuerzo que he dado.

—Fue increíble.—Habla por fin después de estar unos momentos acostados. Me levanto sin hacerle mucho caso. Busco mi ropa y la de ella para después aventar el mini vestido que le había arrancado.

—Dixon...—Volteo a mirarla fijamente, por su cara me fijo que está asustada en la forma que la veo.—Qué?—Digo esa simple palabra como si fuera una señal para que se levante. Camina desnuda hacia mi sin ponerse el vestido y me empieza a besar nuevamente.

—Creo que podemos hacer el desayuno. Qué te parece?—Dice entre besos, al escuchar esas palabras la alejo de mi empujándola, sorprendiéndola de algún modo.

—Vete.

—Pero... creí que podíamos salir otra vez.

—Pues creíste mal.—Acaso pensaste que podíamos hacer algo "especial" después de la puta follada que nos dimos? Ni siquiera te conozco y tampoco fue la mejor mamada del mundo.

—Acaso no sabes quien soy Dixon?—Nuevamente viene hacia mi teniendo un impulso en darme una bofetada. Reacciono antes de que lo haga tomándola de la muñeca, arrinconándola entre la puerta y yo.

—No y tampoco me importa. Por esa estúpida razón estoy diciendo que no te conozco.—Hablo acercando su rostro contra la de ella, puedo sentir su respiración mas forzada y lo nerviosa que logro ponerla.—Así que será mejor que agarres tu putas cosas y te largues de aquí sino quieres que te saque a patadas—La suelto, quitándola de la puerta saliendo del cuarto de Merle.

Hace unas cuantos días que encontré aquella muchacha inconsciente en la carretera. Días en los que no pude comer bien e incluso pegar un ojo en las noches. Ni siquiera podía salir por tanto tiempo, la razón era que tenia precaución en que la chica se pudiera despertar y asustada ir acusándome con los malditos perros policiales. Por ende tenia que distraerme, por lo menos darme uno que otro gusto.

Por esa razón había ido hacia el bar más cercano que podía encontrar, simplemente tomé unas cuantas bebidas hasta que esta mujer que acababa de sacar, se acercó a mi. Cuando llegamos antes de llevarla al cuarto de Merle, fui a verificar si la chica seguía dormida.

Estaba tal y como la dejé aquel día, como si fuera un coma o una muchacha paralítica. No había despertado, dormía tan tranquilamente sin ninguna preocupación. Rondaba mucho más la pregunta de quién carajo era. Pero todo eso salió cuando sentí unas manos ajenas. Precisamente de la mujer que corrí hace apenas.

No todo el tiempo tenía que jalármela con la mano, hasta eso era muy cansado. Por qué hacerlo yo?, si tenía quien lo hiciera por mi? En fin. Mucha mierda podía llegar aburrirme. 

***

Paseándome para llegar a la sala escucho ruidos en la cocina. Seguía aquí esa maldita mujer? Pensé que había quedado claro que pasaba si no se iba. Me acerco a grandes zancadas hacia la cocina. Oyendo mucho más fuerte los sonidos de las ollas chocando una con la otra. Cuando siento algo pegajoso sobre mis botas.

Al mirar hacia abajo me percato de la sopa derramada en el piso, veo los grumos y el moho que se formó de tantos días de humedad llegando a descomponerlo. Camino con más cuidado salteando para no caerme.

Los ruidos son más fuertes como si fueran gemidos, también se escuchan las envolturas de las galletas que hace unos cuantos días había comprado.  De una vez por todas voy hacia en centro hasta que choco con algo. 

Más bien con alguien.

Al dar este golpe se asusta, se aleja arrastrándose con el sucio piso hasta que también ella choca con la mesa. La olla que estaba llena de comida se le cae en todo el cabello, ensuciándola aún más; solo me quedo quieto esperando que algo suceda. Sin embargo no dice nada, tal solo que queda con el traste en su cabeza.

—Tu...Tu quien mierda eres?!—Cuando le pregunto, va quitando lentamente la olla limpiando su cara para mirarme. No muestra ninguna expresión, solo me ve mientras trato de contenerme para no gritarle.—Te estoy hablando! Qué no escuchas?—Sigue en la misma posición, se retira el traste dejándolo aun lado.

—Estas sorda? Me vas a decir quien eres?—No dice nada, pareciese que estuviera hablando con la pared o no entendiera el idioma. No iba esperarme una eternidad para que diera el primer paso. Me dirijo hacia ella tomándola del brazo levantándola de golpe, a pesar de la fuerza que pongo sobre ella no recibo queja alguna.

La zarandeo de un lado a otro.—Respóndeme! No quedes como estúpida!, Cómo llegaste a la carretera?, De dónde vienes?... Contesta maldita perra!—La cara que tiene es como si estuviera ida. Tampoco a dejado de mirarme, era una de esas miradas que hasta cierto punto llegan a incomodarte.

—Escucha si no me respondes te saco como a esa puta. No importa si te pierdes de nuevo ese ya no es mi jodido problema, ahora contesta de una buena vez, quién eres?—A nadie le había insistido tanto, no daba importancia en conocer a las personas. Pero esto era una excepción, era más por mi bien, que por el de ella.

Me estaba dado cuenta los hematomas que seguían en su cara, junto a la suciedad por el polvo o el lodo que le había tocado tener. Su cabello estaba revuelto con un moño blanco que ahora se encontraba café por el polvo, se enredaba más por la comida que le había caído; además de un vestido blanco como si fuera de primavera. Se veía como si estuviera preparada para una fiesta de gente rica.

Esto era tan desesperante ni si quiera había dicho nada y ya estaba sacándome de quicio, lo más seguro es que me estuviera tomando el pelo o se burlara de mi.

—Esta bien estúpida ya me cansaste! Ven acá—Jalándola hacia la salida la saco velozmente, se tambalea un poco en la forma que lo hago, cierro la puerta de un portazo. Olvidándome de sacar la tela en la que venía envuelta. Después de unos segundos me doy cuenta que empieza a llover.

Es en serio? Ahora el maldito clima está en contra mía para hacerme sentir mal acaso? Esto es una maldita broma. Aún así todo eso no me haría sentir así. Estaba en mi derecho de echar a una completa desconocida de mi casa.

A pesar de poderme arriesgar a estar en la puta cárcel.

Voy hacia el cuarto de mi hermano rogando que no siga la misma puta y afortunadamente se largó. Me fijo por último en la ventana de la puerta principal para asegurarme de que tampoco esté esa muchacha. Pero eso no pasa, a pesar de la lluvia sigue ahí; parada a mitad del patio delantero mojándose con ese vestido lleno de lodo viendo hacia la puerta. Temblando por el frio de las gotas, como si tratase de una película triste.

Vuelvo hacia la sala, doy un suspiro fuerte. De nuevo me levanto hacia la ventana.—Hey tu! Fuera de aquí!—Mueve la cabeza buscando el sonido de mi voz.—Lárgate de aquí maldito estorbo, ahora es tu problema no el mío!

Me quito por fin de la ventana, sentándome en uno de los sillones, esa desconocida dejó un desastre en la cocina, ahora yo tenía que limpiarlo. Por lo menos me deshice del problema, esa persona de seguro se iría con su familia, con su madre o padre, yo que sé? Hasta ahora me valía todo. 

Como lo dije antes, ella no era mi problema. Si alguien de autoridad la pudiese encontrar y ruego por que sea así, que se encargue. Ya no estaba al pendiente, pensaran lo que pensaran la muchacha no diría nada. Por qué lo sé? Era una simple muda, jamás contestó unas sencillas preguntas de sí misma. Era demasiado obvio. No creo que lo haga. 

No debería de inquietarme tanto por lo que vaya a suceder, tan solo era una simple niña perdida; sabrá como volver a casa. Si alguien que no fuera de mi familia no me preocupo antes. 

No lo hare ahora.



Eye For An Eye ® (D.D.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora