Doble Atracción

CAPITULO 8

CAPITULO 8

¿ALIADOS?

SAMANTHA JOHNSON

Me levanté un poco tarde porque logré dormirme casi a las 5:00 am, aunque estaba muy cansada física y mentalmente, mi cerebro no paraba de darles vuelta a todo lo que había vivido en éstas ultimas horas. Ya tenia que aceptar que por más increíble que era ésta situación, era real, y estaba muy involucrada.

Al escuchar la voz de Dadas y su risa, me acerqué a donde se encontraba, necesitaba hablar con otra persona. Él estaba frente al televisor viendo una película al parecer graciosa, se reía constantemente y la comentaba con la persona sentada en el mueble más grande, éste estaba de espalda a mí, así que no pude ver quien lo acompañaba, aunque me imaginaba de quien se trataba, Julian.

- ¡Buenos días! - dije acercándose a ellos.

- Hola, Sammy - respondió Dadas sin mirarme, sus ojos no se despegaban de esa persona, se veía diferente, mas vivo, más feliz. Fijé mi vista hacia donde estaba la suya y me sorprendí al darme cuenta que la causante de la extraña alegría de Dadas era una linda chica. Su piel era morena y tenia unos lindos ojos ámbar, su cabello lacio negro llegaba a su cintura, dándole un aspecto muy hermoso, pude darme cuenta de que era la misma persona que estaba congelada anoche.

- Oh hola - saludé a la chica.

- Sammy, ella es Ebani, está muy débil por el proceso de reactivación y por los momentos no puede hablar. - Dadas se acercó más a ella, si es que eso es posible, y le acarició el brazo. Ella sonría y se veían como si solo ellos importaran en el mundo, los envolvían una gran burbuja de felicidad muy bonita, a pesar de los peligros que nos acechaban.

Me iba a retirar para darles más privacidad cuando se abrió la puerta, Julian entró con un arma en sus manos y ropa sucia, se veía muy cansado.

- Al fin despiertas - me dijo.

- ¿Sí, donde estabas? - pregunté, todavía no me acostumbraba a que a las 10:00 am el cielo estuviera tan oscuro, se podía escuchar como las personas hablaban del suceso al otro lado de la puerta.

- Necesitaba ver si nos siguieron, parece que no, sin embargo, no podemos confiarnos. - ahora su mirada se dirigió al chico del tiempo - ¿Dadas como sigue Ebani? - le preguntó.

- Aun está muy débil, no creo que podamos salir éste día.

- Bien, Samantha y yo iremos a conseguir comida, cualquier cosa avisame. - agarró su billetera del mueble y me agarró por el brazo para dirigirme a la puerta.

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Llegamos al centro de la ciudad, a mayoría de los supermercados y tiendas estaban cerradas, las personas en las calles alborotadas, policías por doquier, sin embargo, a pesar del ajetreo de las cosas, se podía conseguir unas cuantas tiendas de comidas abiertas. Julian me dio un cuchillo para que me defendiera por si las cosas se salían de control y teníamos que protegernos, yo esperaba que nada pasara.

Entramos a una tienda que vendía comida rápida, ya que eran las únicas que estaban abiertas y pedimos pizza, Julian pidió una hamburguesa a parte, porque dijo que no le gustaba compartir y menos su comida, y finalmente salimos rápido de allí.

- Fue mejor de lo que pensé - le dije abrochandome el cinturón de seguridad.

- Di eso cuando estemos en el hotel junto a Dadas y su novia - le dio un gran mordisco a su hamburguesa y encendió el auto.