CAPITULO 5

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CAPITULO 5

TE MATARÉ, LO JURO

SAMANTHA JOHNSON


Caminamos por un callejón oscuro, no se distinguía absolutamente nada, apreté la mano de Julian indicándole que seguía allí, ya que el llevaba minutos que no decía nada, era como si su cuerpo estaba a mi lado pero su mente en otro lugar. Él me devolvió el gesto pero no dijo nada.

Al final del gran corredor estaba una casa blanca de dos piso, tampoco tenia las luces encendidas, pero estaba iluminada por la bonita luna que adornaba el cielo esta noche.

- Al fin - dijo Julian en una exhalación

Me llamó la atención el estado de la casa, sus ventanas y puertas estaban bloqueadas por pedazos de maderas que habían clavado, eso le daba un aspecto tenebroso.

- ¿Seguro que alguien vive aquí? - pregunté dudosa. Pensé que vería en su rostro algo que mostrara lo impresionado que estaba por ver la casa en ese estado, pero él siguió normal, lo que me hizo creer que era normal.

- Completamente. Tenemos que entrar - me soltó la mano y revisó su bolso.

- ¿por donde? ¿el techo? - dije sarcástica.

- Excelente idea, vamos -  ¿Es en serio? Pensé. Me empujó suavemente para que me acercara a la casa.

Logramos dar dos pasos pero fuimos interrumpidos por un grupo de personas, pude sentir como Julian se tensaba al verlos, era difícil distinguirlo por la oscuridad y las ropas negras que vestían, pero todos eran chicos. Ellos venían de la parte de atrás de la casa, y todos estaban armados con espadas brillantes y cinturones que cargaban tres pequeños frascos de vidrio, se podía distinguir bien por el liquido que contenía, era de colores y brillaba, supuse que se trataba de veneno, pero aun me pareció extraño.

Voltee para ver a Julian, no sabía que hacer, ellos no parecían buenas personas. Al vernos ellos se detuvieron y su afilada mirada estaba clavada en nosotros, mas bien en Julian, de inmediato supe que no se llevaban bien y que probablemente esas personas le hicieron daño al amigo de Julian, ya que salían de su casa a media noche y armados.

- Corre - Me susurró, su voz sonaba dura y fría a pesar de lo bajo que lo dijo. Como me quedé paralizada viéndolo, me gritó - ¡Que corras Samantha!

No quería dejarlo solo con ellos, aunque no dudaba que sabía pelear y usar todas las armas que tenia, ellos lo superaban en cantidad. Me lanzó una mirada que suplicaba que le obedeciera y me empujó levemente.

Corrí, no sabía a donde me dirigía pero tenía que hacerlo, tenía que confiar en que él sabría librarse de ellos. Solo veía al piso para evitar caerme con alguna piedra en el camino, pero al no ver de frente choqué contra algo, lo que causó que cayera. Miré hacia arriba con miedo de que alguno de los chicos me hubiera alcanzado, pero me encontré con una chica, su cabello era negro y tenía la boca pintada de carmín.

- ¡Greace!- me dijo, parecía sorprendida y confundida de verme. Me acordé yo lucía diferente.

Rápidamente me incorporé, tenia que fingir ser ella para poder salir viva de allí, ya que si esta chica la conocía y era su amiga, seguro trataría de hacerme daño.

- Sí, tengo prisa, así que...

- Espera! - dijo interrumpiéndome, me sostuvo del brazo, yo bajé la vista hacia donde estaba su mano y rápidamente la retiró. Pude ver el sonrojo que se extendió en sus mejillas y ella aclaró su garganta. - disculpa, los chicos encontraron a Julian.

Doble AtracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora