¿morirías por mi? (Gerard y tu)

Capítulo 12: El mejor beso.

Me quede parada un rato pensando en que tal vez estaba volviéndome loca y escuchaba cosas. Tal vez en mi subconsciente lo deseaba más que a nada. Pero es un simple amor platónico, suspiré. Hasta que una mano tapa mi boca y otra me agarra el hombro y me pega a su pecho. ¡Era Gerard, otra vez!

-Te necesito- Me dijo al oído.

Olía tan bien, levante mi mirada y vi sus ojos clavados en los míos, su mirada era desesperada, su piel era pálida pero igual se veía hermoso. ¿Me necesitaba? Que podría necesitar…

-¿Qué cosa?- dije despacio antes de que me empezara a besar con pasión mordiendo mis labios haciéndolos sangrar.

Dolía pero se sentía tan bien. Me quejaba un poco y él era más delicado conmigo. Bebía mi sangre con ansias. Acariciaba mis cabellos que caían sobre mi espalda. Fue el beso más extraño de mi vida… Y también el mejor.

Cuando nos separamos pretendió irse. Lo agarré de la muñeca.

-No te vayas- Lo mire triste. No quería que se vaya.

-Volveré- Dijo acariciando mi rostro.

Lo vi cambiar de forma, y salir volando por la ventana. Estaba tan sorprendida, no dejaba de suspirar al recordar aquel beso. Mis labios estaban hechos trizas. Qué pensaría Guille, pasaba por mi mente. Realmente no me importaba mucho. Pero desde ese momento Gerard no salió de mi mente. Subí las escaleras para acostarme otra vez.

Y a la mañana siguiente…

-¡****! Qué dolor de cabeza- dijo Vicky al despertar.

-Ayyyy- se quejaba Carla.

Las dos bostezaron y se estiraron y voltearon a verme. Me veía realmente mal, mis ojos estaban ojerosos, mis cabellos despeinados y mis labios destruidos, también me sentía diferente.

-¿Qué te ha pasado?- Pregunto Carla preocupada.

-No es nada, me voy amigas, linda pijamada- Me despido sin dar explicaciones, no podía.

Fui a desayunar a un café donde decidí arreglarme y disimular un poco mi rostro. No dejaba de pensar en él. Estaba enamorada, más que enamorada.

En eso suena mi teléfono.

-¿Mi amor?- Era Guille.

-Hola cariño- respondo mientras tomaba el café.

-¿Qué tal estuvo la pijamada?- pregunta

-Bien, tranquila mi amor. Como amaneciste? –pregunto sin interés.

-Bien, con ganas de ir a algún sitio con la chica más linda- responde.

-Mi amor… Me temo que hoy no podrá ser. Tengo que salir con mis padres- Mentí

-Oh, bueno no te preocupes, si quieres más tarde te voy a ver…Me llamas-

-Te llamaré en caso-

-Cuídate, te quiero…- Dice apenado

-Y yo a ti- respondo y cuelgo.

¿Qué iba a hacer con Guille? No quería dejarlo… Por un lado, él me daba una relación perfecta, pero por el otro, no era sincera con él, yo estaba enamorada de Gee. Pero Gerard no lo toma igual que yo, era obvio, viene cuando quiere y se desaparece cuando quiere. Tampoco hemos tenido una conversación nunca. Las dudas me invadían.