capítulo 40

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Narras tú-

Al llegar a casa no hice más que tirarme en mi cama a ver las paredes del techo y reflexionar, pensar en todo esto...

Fué dificil dejar que todos esos recuerdos con Gerard cesaran de aparecerse siquiera unos segundos en lo más íntimo de mis pensamientos.

Era inevitable, extrañaba el frío de sus manos y el verde de sus orbes, su pálida piel, sus rosados labios y esa perfecta sonrisa...

El timbre de mi celular me regresó a lo oscura de mi habitación. Lo tomé entre mis manos con anhelo y esperanza de que sea él quien llamara pero me desilusione al ller "Vicky" en la pantalla.

-Hola- Contesté.

-______, dónde diablos estás?- me reclamó sin siquiera saludar.

-En mi casa- respondí con simpleza.

-Y qué estas esperando? Hoy es noche de chicas.... Como cada mes, o acaso lo olvidaste?-

-OH! Yo realmente ando muy distraída, me lo olvidé...- Dije sin cambiar el tono aburrido, desganado y algo confundido de mi voz.

-Bueno, te esperamos- Y colgó.

Exalé fastidiada, no quería ir... Pero tenía que hacerlo, había dejado a mis mejores amigas de lado este último mes.

Arreglé una maleta con lo necesario para ir a casa de Carla donde siempre se daban las pijamadas y me fui caminando hasta esta. Tomar un poco de aire... Despejar mi mente.

Caminaba sin prestarle la más minima atención a nada, solo al hermoso cielo que se apreciaba en esta noche hasta que escucho a alguien gritar mi nombre. Alguien que me llamaba y su voz me era tan conocida... Volteé a verlo.

-Mikey!- lo salude sacudiendo mi mano en ambas direcciones. No esperaba encontrarme con el otro way.

-A donde vas? Quieres que te acompañe?- Me preguntó arqueando sus labios en una encantadora sonrisa. Acaso Mikey no sabia que Gerard había desaparecido?

-A una pijamada... En casa de una amiga- Y en eso Frank salio de una tienda, creo que buscaba a Mikey pero se detuvo a sus espaldas y me miró a los ojos abriendo los suyos más de lo normal pegando sus labios de tal forma que parecían una linea. Bien, Mikey no tenia idea de lo que pasaba con su hermano.

-_______!!!- Frank me saludo pretendiendo sorpresa. A esto puse los ojos en blanco.

-Hola Frank- lo saludé como si no lo hubiera visto hace dos horas. No me gustaba ser parte de esta farsa pero no quería preocupar al menor de los Way.

-Si quieres te acompañamos- insistió Mikey con la misma sonrisa de hace unos momentos.

-Bueno, gracias- Le devolví la sonrisa y caminé unos pasos adelante de ellos.

-Déjame llevar esto por tI- dijo Frank acercándose y retirando cuidadosamente la maleta que sostenía en mi espalda.

-Gracias- "Que caballero" pensé. Este me dedicó una de sus características sonrisas de lado.

Tras caminar unas cuadras más llegamos a casa de Carla. El segundo piso estaba con las luces encendidas, se veían las siluetas de ellas bailando y tambien se escuchaban sus desafinadas voces cantando. "La hora loca" me dije a mi misma.

- Espero verte pronto, saludame a Gerard- dijo Micheal despidiéndose alegremente, sin embargo sus ultimas palabras se sintieron como sorpresivas puñaladas en medio de mi pecho. Dejándome una expresión ausente en mi rostro.

-Diviertete mucho pequeña- dijo Frank devolviendome mi maleta y revolviendome el cabello al darse cuenta de mi estado- Pero no demasiado-

-No seas conchudo Frankie, tu apenas eres más alto que ella- Dijo Mikey riéndose y Frank rodo los ojos. No pude evitar reírme también.

La pijamada fue como las de siempre. Sólo que una inmensa nostalgia y una incomoda presión en el pecho apareció al recordar el día en que Gerard apareció en esta casa y destrozo mis labios con ese tosco y perfecto beso. Cuanto te hecho de menos Gee.

*

-Narra Frank-

Las semanas fueron pasando lentamente y faltaba poco para completar los 30 días. No habían señales de Gerard.

Yo como se lo había prometido, estuve junto a _____ todos los días, dándole fuerzas, distrayendola y sacandole sonrisas. Pero por más que me esforzara el brillo de sus ojitos no regresaba. Gerard se lo había llevado.

-FRANKIE!- dijo _____ entrando a la sala corriendo, algo agitada.

[Woof] se escucho y ella se escondió atrás mio.

-Te da miedo mi chihuahua?- pregunte animado.

-sus dientes son muy afilados- Se quejo ella apretando mi brazo.

-Auch! Ok ya! Lo voy a dejar en el jardín- solté una carcajada y cargue a mi pequeña bola de pelos hasta el jardín.

-Prefiero los gatos- dijo cuando regrese a la sala.

-Que niñita- dije resaltando cada letra para hacerla enojar. Ella frunció el ceño y me enseño su lengua. Era adorable, una niñita adorable.

¿morirías por mi? (Gerard y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora